"No llore mijita, la gente mala está en todos lados”: La tierna historia del abuelito estafado con falsos audífonos en Antofagasta
Una mujer que viajaba en la misma micro vio cómo el hombre intentaba reproducir un video en su celular con dos cables adheridos a solo dos esponjas. Ella terminó regalándole los suyos.
Sábado 15 de diciembre de 2018 | 00:28
A través de Facebook una mujer denunció una terrible estafa de la cual fue víctima un adulto mayor en Antofagasta.
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El hecho quedó en evidencia cuando ella, quien viajaba sentada atrás del adulto mayor en el transporte colectivo de la mencionada ciudad, se dio cuenta que el hombre refunfuñaba porque no podía escuchar el sonido de un video que intentaba reproducir en su teléfono.
“Noto que en el asiento de adelante va un abuelito, muy abuelito. Veo que va refunfuñando y rabeando con su celular. Tiene puestos unos audífonos que se saca y se pone una y otra vez, y en su celular un video musical se reproduce y él le da al play cada vez con más fuerza, así que asumí que su problema era tecnológico", señaló.
https://www.facebook.com/paulinatorrejonsandoval/posts/2283909435222583
El la publicación en dicha red social, Paula Torrejón cuenta cómo logró darse cuenta que el abuelito había sido víctima de una estafa.
Pau: “¿Lo ayudo?... Lo veo complicado”.
Abuelito: “Si mijita ... pucha que mire, quiero escuchar el video con esta lesera y no sé por qué no me funciona... No me suena na!”.
Pau: “¿A ver? (y el abuelito con toda la confianza del mundo me pasa su celular)”
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Fue en ese momento cuando la denunciante se dio cuenta que sus audífonos estaban lejos de cumplir su función, ya que solo se trataba de “un cable rancio cualquiera dividido en dos, con dos tapones para oídos incrustados uno en cada extremo y pegados cuidadosamente para parecer audífonos”, relató la mujer.
Pero eso no fue todo, ya que ella, en vista de semejante estafa, decidió regalarle sus audífonos, recibiendo como respuesta una frase que logró enternecer aún más su corazón.
“Me miró directo a los ojos, y con el dedo pulgar de su mano, secó una lágrima que se había quedado a medio camino en mi mejilla, y mientras la secaba me dijo: No llore mijita... la gente mala está en todos lados, pero la gente buena también”, señaló.
