El multimillonario informático dijo en 2015, sobre la próxima amenaza mundial, que sería peor que una guerra: la propagación de una pandemia a la que no estaríamos preparados para combatir y que hoy se hace realidad con la expansión del COVID-19.
Corría el año 2015 en la ciudad de Vancouver, Canadá, cuando el cofundador de Microsoft, Bill Gates, comenzaba una charla TED hablando de lo que en su época de niño era la amenaza mundial: una guerra nuclear.
Segundos después, y dejando de lado esta idea, pronosticó una catástrofe mucho mayor, haciendo apología a un virus infeccioso de tan rápida propagación que no sabríamos cómo enfrentar.
"Si algo ha de matar más de 10 millones de personas, probablemente será un virus infeccioso. Más que una guerra, no de misiles, sino de microbios", dijo.
Lee también: Cómo frenar la expansión del COVID-19: La fórmula del éxito made in TaiwanLa presentación de Gates fue en el contexto de la epidemia de ébola que azotó a gran parte del mundo entre 2014 y 2016, donde fue colaborador y sostenedor de grandes investigaciones. Gracias a la experiencia adquirida, se atrevió a vaticinar que podríamos enfrentar una crisis similar, y que el sistema no tendría las garantías necesarias.
"Quedó claro que el problema no fue que el sistema contra la propagación de la epidemia hubiera funcionado mal, sino que no teníamos sistema alguno", sentenció.
Señalando lo mencionado por el cofundador de Microsoft en su charla, la presidenta de la Sociedad de Microbiología de Chile, Claudia Saavedra, asegura que en comparación a la epidemia originada en África, hoy vemos una mayor colaboración entre especialistas de diferentes naciones.
"Lo puedes observar hoy cuando los médicos de Wuhan viajan a Italia para ayudar con su experiencia para el control del virus. Efectivamente, suceden cosas como las que Gates planteó, como lo que sucedía con el ébola, pero hay que entender también que este es un fenómeno diferente", asevera Saavedra.
Dentro de la misma exposición, el multimillonario norteamericano hizo referencia a los factores que evitaron una mayor propagación del ébola. Por su naturaleza, no se contagia por el aire; la mayoría de los pacientes están confinados en camas para cuando sucede el contagio y la enfermedad sólo está presente en zonas rurales. Un contraste evidente con el COVID-19 en el mundo.
"El ébola postra al paciente en la cama. O sea, el comportamiento del enfermo o el contagiado es totalmente distinto. Así, se limita mucho su propagación. Aquí tenemos muchos pacientes asintomáticos, hay una alta propagación y varios de ellos no saben que pueden estar contagiando a otros", apunta Luis Velásquez, director del Instituto de Investigación Interdisciplinar en Ciencias Biomédicas de la Universidad SEK.
Haciendo una comparación sobre su experiencia con el brote de ébola, Bill Gates sacaba cuentas mayoritariamente negativas respecto a una futura crisis sanitaria, como la que vivimos con el coronavirus. Señalaba incluso que "la próxima vez podríamos no tener tanta suerte" y que "hay factores que podrían hacer las cosas mil veces peores".
Es en esa línea, y reforzando lo ya mencionado con los pacientes asintomáticos, hay otro factor que tiene que ver con los sistemas de salud que actualmente operan en el mundo.
Lee también: Pacientes diabéticos catalogados de alto riesgo ante el COVID-19: Cómo cuidarse y prevenir"Lo que está ocurriendo ahora en los países donde la infección es muy grave, es que del total de los infectados, un 15% va a requerir hospitalización. De ese grupo, al menos un 5% va a requerir de tratamientos en UCI. Al final, las muertes no se producen por la infección, sino porque no se recibe el tratamiento a tiempo", declara la presidenta de la Sociedad de Microbiología de Chile.
Sumado a todo lo que ya había criticado y pronosticado, Gates, en su particular discurso, entregó además algunas recomendaciones y parámetros para que los Estados pudieran hacerle frente a una amenaza de grandes dimensiones:
Todas estas piezas son claves y se hacen necesarias frente a la realidad que hoy atraviesan varios países afectados por el coronavirus y que son totalmente acertadas según los mismos expertos. Lamentablemente, no son la mejor referencia para lo que pasa actualmente.
"Estamos total y completamente de acuerdo. El tema es que la realidad de varios lugares del mundo no es así. Recordemos que la enfermedad comienza en los países más desarrollados y ya hemos visto cómo se ha comportado el virus. Hay que estar pendiente de cómo frenar esto y de qué pasará en países de menor desarrollo", concluye Luis Velásquez, de la Universidad SEK.
Así, poco a poco, el coronavirus comienza a verse como lo describía Bill Gates hace 5 años, como una de las mayores amenazas de la humanidad.