Renca forma parte del diseño que busca mejorar la salud de los ecosistemas y frenar la deforestación a través de DeVolver la Tierra, un proyecto de profesionales de la casa de Bello que quieren revivir el verde de la comuna y extender el proyecto a todo el país.
En 2021 se implementaron 100 nuevos árboles frutales a los pies del cerro Renca, gracias al proyecto deVolver la Tierra para el cuidado del medio ambiente. La iniciativa, realizada por un grupo de profesionales de la Universidad de Chile, busca generar los llamados bosques comestibles, que pretenden ser una solución para acabar con la crisis climática que afecta a todo Chile.
“Nuestra idea surge de aportar contra el cambio climático y recrear otros ecosistemas que no solo funciona a nivel medioambiental, sino que también desde una mirada social”, señaló Francisco Coloma, arquitecto y participante del proyecto a CHV Noticias.
Naranjos, limoneros y manzanos, son algunas de las especies que ha plantado el grupo de expertos en Renca, como también lo hicieron en Frutillar y Vitacura. En cada lugar se designaron distintas clases de árboles de acuerdo con su clima y suelo.
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Los bosques comestibles tienen la función de producir comida saludable, lugares de encuentro y esparcimiento, que no necesitan altos costos de producción por lo que son rentables para el cuidado del medio ambiente.
El grupo de expertos -además de Coloma- está conformado por Fernanda Salinas doctora en ecología, Camila Poblete y Rodrigo Mahaluf, ingenieros civiles; y la psicóloga Catalina Santamaria, quienes decidieron implementar el proyecto en la Región Metropolitana con la intención de revivir el verde en la capital.
“Las personas se alejan de la ciudad para cambiar de hábitat cuando lo que podemos hacer es mejorar el entorno donde ya vivimos, en vez de ir a intervenir otros” relató la ecóloga Fernanda Salinas.
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Bosques comestibles en Renca
A través de Open Beauchef, los egresados de la Universidad de Chile recibieron un fondo para poder masificar los bosques comestibles. En la misma línea, de la mano de la Municipalidad de Renca, lograron plantar la iniciativa en el cerro del mismo nombre durante 2021.
“Con el fondo recibido podíamos regalar un bosque a una comunidad, entonces nuestras opciones era hacerlo en una comuna más vulnerable y este lugar calzaba en el perfil”, señaló Francisco Coloma.
El grupo implementó alrededor de 100 árboles en 60 metros cuadrados, en un periodo de tres meses junto a vecinos de la comuna quienes decidieron unirse por invitación e iniciativa propia para participar de la inclusión de nuevas especies en la colina.
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“Con mi hija siempre intentamos venir al cerro a que la gente plante árboles, tengan huertos y cuando supe de esta maravilla fue el mejor lugar al que me han invitado”, comentó Ana María Venegas, vecina del cerro de Renca a deVolver la tierra.
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Los expertos realizaron capacitaciones a los habitantes de la comuna para enseñarles sobre el funcionamiento de los bosques comestibles que si bien, es un ecosistema que se puede tratar solo, es necesario entender cómo hacerlo factible.
“La idea es que sean circuitos coherentes con el lugar y con los requerimientos de las personas por lo que buscamos un diseño que mezcla ambos”, contó la Doctora Fernanda Salinas a Chilevisión Noticias. “En el caso de Renca plantamos especies frutales, arbustos y hierbas aromáticas que le entreguen alimentos y medicinas a las personas que viven ahí”, agregó.
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El clima de los últimos años de la Región Metropolitana se ha caracterizado por las altas temperaturas y las faltas de lluvia por lo que se le consultó a la experta, cómo hacer funcionar este sistema en la capital.
“El área donde instalamos los bosques comestibles está dentro de una zona que recibe el cuidado de un servicio de riego contratado por la municipalidad (...) Sin embargo, en el diseño que utilizamos, colocamos las plantas muy juntas y usamos cubre suelos para disminuir los requerimientos hídricos de las especies, es decir, el agua se mantiene por más tiempo que un cultivo tradicional”, comentó la ecóloga.
Áreas verdes en la capital
Más allá de cuidar el medio ambiente, los profesionales involucrados se plantean como objetivo frenar la deforestación y transformar los espacios públicos.
En 2019, el Observatorio de Ciudades de la Pontificia Universidad Católica realizó un estudio que reveló la desigualdad verde entre las comunas de la Región Metropolitana.
En comunas como Renca y El Bosque el porcentaje de vegetación que cubría parques y plazas no superaba el 27%, mientras que en Las Condes y Providencia el área verde estaba sobre el 70% de la superficie de estos terrenos.
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“Si las ciudades no tienen la suficiente vegetación, generan un efecto de isla de calor debido la gran cantidad de cemento y la poca flora que tienen, irradian más calor”, señaló Fernanda Salinas a Chilevisión Noticias.
“Si reverdecemos la ciudad, si la transformamos en un espacio verde, vamos a tener múltiples beneficios como puede ser la purificación del aire que es captado por las partículas de las hojas, se produce más oxígeno, se regulan las temperaturas y mejora la retención del agua en el suelo”, indicó la experta.
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Por otro lado, Rodrigo Mahaluf señaló que el objetivo de los bosques comestibles es tan importante como el enfoque que tiene el país con la disminución del dióxido de carbono.
“La deforestación también contribuye a debilitar los ecosistemas y sobre todo el ciclo hídrico. Por eso, creemos que con la nueva Constitución está la opción de consagrar derechos a la naturaleza y derechos a poder abastecerse de ella a las comunidades, y luego a los intereses económicos”, concretó el ingeniero civil a deVolver la Tierra.
21/01/2022
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