Hace un año y cinco meses, una explosión detonó las llamas en una estructura que era utilizada de manera irregular para la fabricación de cartuchos para la fragmentación de rocas. El Ministerio Público, aún no da con los responsables de la tragedia que cobró la vida de cuatro personas.
Hace un año y cinco meses, una explosión que detonó un incendio en la bodega que era utilizada de manera irregular para la fabricación de cartuchos para la detonación y fragmentación de rocas cobró la vida de cuatro personas. En ese sentido, un informe elaborado por Carabineros concluyó que en la bodega donde ocurrió el siniestro era un sitio cerrado, es decir no tenía vías de escape. Ministerio Público aún no logra determinar los responsables de la tragedia. José Caamaño, hermano de una de las víctimas, denuncia negligencia. Pablo Huerque, sobreviviente de la explosión, relató cómo fueron los hechos. Cuenta que la empresa se hizo cargo de todo por lo que no tiene problemas legales con ella, sin embargo, decidió colaborar en la investigación y revelar las irregularidades de las que fue testigo durante su trabajo, porque asegura que se lo debe a Gabriel Caamaño, que, durante el incendio, lo guío hacia la única salida (la entrada) que había salvandole la vida. El exfiscal Carlos Gajardo, abogado de las familias afectadas, señaló que, además, los permisos que contaban para tener el material plasma estaban autorizados por más de un 40% con respecto a lo permitido. Para el abogado, la responsabilidad penal está dirigida hacia las personas que dirigían la compañía Explonun, filial de Enaex.