La investigación apuntó a Lucy Letby (30), ya que desde su ingreso en 2014 en un hospital de Inglaterra, comenzaron a registrarse muertes y agravamientos de los niños que allí se atendían.
Antes de cumplir 30 años, Lucy Letby ingresó a hacer su práctica como enfermera al Countess of Chester Hospital en el norte de Inglaterra.
Pocos años después, las autoridades del recinto médico comenzar a ver como se repetían una y otra vez los casos de fallecimientos de recién nacidos.
"Lo que las familias buscan ahora es llegar a la verdad acerca de lo que les pasó a estos niños y las mejores policías lo están encontrando", expresó Chris Matheson, parlamentario de esa localidad.
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Sin explicarse la causa, la investigación apuntó a Letby, ya que desde su ingreso en 2014 comenzaron a registrarse muertes y agravamientos de los niños que allí se atendían.
De acuerdo a Daily Mail, los médicos encontraron que los bebés prematuros habían muerto después de una insuficiencia cardíaca y pulmonar, pero eran inusualmente imposibles de resucitar.
Un informe también encontró que los bebés tenían manchas inusuales en sus brazos y piernas después de su muerte.
Una vez que en julio de 2016 dejaron de admitirse a nacidos antes de las 32 semanas de gestación, los casos se detuvieron.
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"El principal problema es que el hospital no ha tenido explicación para la muerte de estos niños y por eso llamaron a la policía, para poder establecer una causa definitiva", agregó Matheson.
La policía registró la casa de la enfermera en busca de pruebas que permitan determinar si es o no responsable de la muerte de ocho recién nacidos y de intento de asesinato de otros 10, cargos por lo que ahora enfrenta a la justicia británica.