Las intercepciones y escuchas telefónicas de la Policía de Investigaciones fueron claves para lograr la detención y condena a más de 14 años de Nayareth Pozo, apodada como "Mami" o "Emperatriz del Éxtasis", quien desde su casa, en un acomodado barrio en Colina, se desempeñaba como líder de una banda que se encargaba de la fabricación, distribución y venta de dicha droga en varias regiones del país y cuyo dominio, de acuerdo a Fiscalía, abarcaba desde Antofagasta hasta Los Ángeles.