23/05/2019
09:12
Las vacaciones de una mujer chilena de 68 años se transformaron en una pesadilla, luego que un golpe accidental que sufrió la llevara a perder una pierna. Sus hijos aseguran que el seguro médico no ayudó a costear su tratamiento.
Las últimas semanas para una familia de Arica que viajó a Cancún han sido difíciles, luego que un accidente casual transformara sus vacaciones en toda una pesadilla.
El pasado 2 de mayo, una chilena de 68 años llamada María Inés Contreras Figueroa partió junto a sus hijos y sus parejas rumbo a Cancún en México para pasar unas vacaciones de ensueño. Pero los acontecimientos tuvieron un giro brusco en medio de un paseo en barco a Isla Mujeres el sábado 4 de mayo.
"El barco se movió y mi madre dio un paso en falso, golpeándose la pierna derecha (…) fue un golpe que provocó una pequeña laceración", contó Fabián Valderrama, uno de los hijos de la afectada que quiso contar lo sucedido a Radio Bío Bío.
Aunque la mujer no se sintió mal de inmediato y siguieron recorriendo lugares, el lunes 6 las condiciones cambiaron, en medio del matrimonio de sus hijos en Cancún. "Cuando la gente se paró para darnos el abrazo mi madre no se levantaba, (luego) se levantó, me abrazó y se puso a llorar", dice el joven quien en ese momento vio cómo había empeorado la pierna de su madre.
Ese mismo día la mujer fue llevada a una clínica donde le diagnosticaron un "traumatismo por un esguince". Fue inmovilizada la extremidad con yeso y fue trasladada de regreso al hospital.
Para el martes 7 de mayo los dolores continuaron, y tuvo que ser llevada nuevamente a la clínica. Tras ser revisada por tres médicos, éstos recomendaron que fuera revisada en otro centro asistencial más especializado.
Valderrama cuenta que en ese momento notaron que habían problemas con el seguro médico, debido a que los gastos superaban la cobertura, por lo que tuvieron que pagar de su bolsillo la ambulancia que llevó a María Inés hasta el Hospital Galenia de Cancún.
Asimismo, gastaron casi $12,5 millones por los días de hospitalización y exámenes en este recinto. Sin embargo, este monto no sirvió de nada porque la mujer empeoró y tuvo que ser trasladada al Hospital General de Cancún el mismo martes.
"El miércoles 8 vinimos al hospital y nos encontramos con nuestra madre muriéndose, tenía dificultad para respirar y la presión por los suelos", contó Fabián al citado medio.
Ante la nula asistencia que recibía la mujer, sus hijos reclamaron a la dirección del hospital y consiguieron que fuera llevada a la Unidad de Cuidados Intensivos. En ese momento, se enteraron que no había cirujanos disponibles, por lo que tuvieron que contratar a un profesional con dinero propio.
Los análisis del facultativo indicaron que por una septicemia que presentaba y un shock séptimo, además de una infección, la única solución a la situación de la chilena era que se le amputara la extremidad, lo que fue autorizado por los hijos para poder salvar la vida de su madre.
Dese ese entonces, María Inés continua recuperándose en el hospital y sus hijos la acompañan en el lugar. No tienen recursos para continuar con los tratamientos y se encuentran durmiendo en el suelo del recinto.
Ante esta situación, pidieron ayuda al Consulado chileno en México, donde les señalaron que no podían ayudar y sólo les ofrecieron la opción de contratar un avión ambulancia por 80 mil dólares.
