Daniela compró unas jeringas por internet cuyo contenido supuestamente era ácido hialurónico. "Mi cara se inflamó mucho a tal nivel de no poder abrir los ojos. Pensé que era un proceso normal, mi cara estaba completamente desfigurada", señaló la afectada. En ese sentido, la inflamación llegó a tal punto que hasta respirar le costaba, por lo que debió ir de urgencia a la Clínica Alemana, donde le dijeron que estaba apunto de sufrir un shock anafiláctico y con ello, un posible paro respiratorio. La víctima comentó que llegó al producto en una búsqueda simple en internet y que la publicación aún sigue en línea con un valor de 64 mil pesos. Para los expertos la venta no está regulada y no poseen ninguna certificación. Finalmente consignar que solo algunos profesionales de la salud están certificados para aplicar este tipo de productos y que la Ley Fármacos 2, que lleva años siendo tramitada en el Congreso pondría control a los dispositivos médicos comercializados de manera irregular.