Este lunes comenzó el juicio por el
caso de Fernanda Maciel, joven embarazada que fue
asesinada en febrero de 2018, cuando tenía solo 21 años.
El único imputado por su crimen es
Felipe Rojas Lobos, con quien la víctima
tenía una relación de amistad.
En este primer día, tanto la Fiscalía como las partes querellantes, se dedicaron a analizar el
perfil psicológico de Rojas, quien era un vecino más del barrio en Conchalí y que, incluso, se sumó a la búsqueda de la víctima mostrándose cercano a familiares y pareja,
Luis Pettersen.
Al respecto,
Andrés Delgado, abogado querellante de Pettersen, destacó: "Conocido es en los medios de comunicación de ese tiempo
, una fotografía del acusado abrazando y dando la mano a mi representado, mientras que con la otra mano sostenía su espalda".
En tanto, la
fiscal Patricia Varas definió al imputado como alguien caracterizado por la
"falta de empatía, manipulación, engaño, afecto frío, superficial, ausencia de culpa y remordimiento".
Asimismo, en los alegatos de apertura durante la audiencia,
el Ministerio Público expuso parte de las características de Rojas, agrupadas en diferentes puntos en los que pondrán atención durante el proceso judicial.
"El 7 de febrero de 2018, el acusado llamó a su ex polola de esa época diciéndole que si Carabineros la llamaba para preguntarle por él, para
que ella dijera que él no era violento", sostuvo Varas.
En esa misma línea, la persecutora destacó que
el detenido "participó en la búsqueda de Fernanda, le pidió incluso permiso a su jefe para ausentarse de su trabajo y participar en la búsqueda de la víctima".
Los antecedentes que presentó la Fiscalía, junto a las
evidencias que expondrán los 41 peritos que participaron del proceso investigativo, buscarán sumarse a las partes querellantes para así reforzar los vínculos de Rojas con los diferentes hechos delictuales que terminaron con la muerte de Maciel.