El joven de 26 años dijo que era algo que "no podía controlar". Además, se le sentenció a trabajo comunitario y una multa de US$5.500 (más de $3 millones 700 mil).
Las relaciones en el trabajo suelen ser tan, o a veces más, complicadas que las familiares. Y cómo no si un chileno y según indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pasa en promedio 1954 horas al año en su trabajo. O en otras palabras, 208 horas más que el promedio OCDE.
Es por esto que hay ocasiones donde los ánimos no son los mejores y ocurren situaciones que salen de la cotidianidad.
Tal es el caso de lo que pasó en Sheboygan, Estados Unidos, donde un hombre identificado como Patrick D Beeman, por razones que él mismo reconoció en el juicio "no podía controlar", fue sentenciado a 150 días de cárcel, tres años de libertad condicional, trabajo comunitario y una multa de US$5.500 (más de $3 millones 700 mil), porque disfrutaba tapar los baños de sus compañeras de trabajo.
La acción de Beeman no era nueva, ya que desde el año 2017 que venían ocurriendo sucesos de esta índole y que no tenían explicación aparente. Debido a esto y luego de una denuncia de las propias compañeras, la policía inició una investigación donde se determinó que este joven de 26 años era el autor de una acción sin explicación aparente.
Lee también: Con alas y 4 tentáculos: Captan extraño insecto al interior de una casa"Necesito hacer las cosas bien y rezar el perdón todos los días", dijo el inculpado durante el juicio donde se le sentenció a cinco meses tras las rejas y donde se determinó que tapaba los inodoros con botellas de plástico.
Si bien aún no está claro el por qué del curioso comportamiento de esta persona, sí quedó en evidencia que su labor la "hacía tan bien" que hubo que desarmar cada uno de los wateres porque el plástico estaba profundamente inserto y no era fácil sacarlo.
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