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Fue en noviembre de 2019 cuando Mario Jara, de 47 años, recibió la triste noticia de padecer cáncer, desde ahí en adelante su vida cambió rotundamente. Dedicado al rubro de abarrotes y siendo voluntario de la 4° Compañía de Bomberos de Cauquenes, por razones de salud debió dejar de lado su trabajo y su pasión voluntaria por ayudar a la comunidad.
“Primero comencé con fuertes dolores físicos, me costaba mover las cosas en el trabajo y también en la compañía. Esto me generaba un mayor cansancio y al final ya tuve que ir al médico a ver qué pasaba. Ahí me enteré de que tenía esta Leucemia Linfoblástica Aguda”, declara Mario Jara.
A fines del año pasado comenzaría entonces el tratamiento de este bombero para poder combatir esta fulminante enfermedad, a mediados de este año ya contaba con 6 sesiones de quimioterapia y fue ese momento donde nuevamente se volverían a complicar las cosas.
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“Cuando ya estaba por la séptima sesión, me dijeron que mi avance no estaba siendo positivo, que prácticamente estaba igual que al comienzo y que mi mejor posibilidad era someterme a un trasplante de médula, sino el tratamiento podría continuar con medicación y todo, pero que era incierto en su efectividad y tampoco habría certeza de cuánto podría prolongarme la vida”, señala Jara.
Mario y su familia tienen cobertura de salud en Fonasa, por lo que su tratamiento y medicación, afortunadamente, tuvo financiamiento. Pese a esto, ante la imposibilidad de trabajar, sólo siguieron viviendo con el dinero de la licencia médica y su esposa, Marcela, debió dejar de lado su trabajo como modista para no exponer a su marido a un contagio en el contexto de la pandemia.
“Ha sido un duro golpe para nosotros. Porque en lo anímico ya es devastador que te diagnostiquen cáncer a ti o algún familiar. Hemos tenido que vivir de la licencia médica y, la verdad, no estamos en posición de costear alguna operación”, declara Marcela Alarcón, esposa de Mario.
Esta difícil situación se debe a que Mario necesita de un trasplante de médula para poder mejorar su condición. De manera fortuita, encontró un donante en su hermana pero, pese a que su tratamiento ya tenía cobertura, en el caso de una operación esto quedaba sin efecto, ya que, según le indicaron a este bombero, él no calificaba por su edad.
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“Pese a que estamos dentro del Plan Auge, la cobertura para poder hacer el trasplante de médula que yo necesito sólo se hace a personas que tienen hasta 45 años y yo quedé fuera por dos. Me dicen que al menos necesito unos $100 millones para poder costear esta intervención”, asegura Mario.
En la 4° Compañía de Bomberos de Cauquenes siempre estuvieron presentes para ayudar a quien además de ser voluntario, cumple el rol fundamental de ser también maquinista. Es por esto que, además de participar varios como donantes para Mario y sus tratamientos, idearon hace unos días una campaña solidaria para recaudar fondos que lo ayuden a costear la posible operación.
“Cuando nos enteramos de lo que le pasaba a Mario fue terrible, sentimos que teníamos la responsabilidad de ayudarlo como fuera. Pensamos en bingos o colectas, pero por la pandemia era todo imposible, así que decidimos hacer esta campaña para juntar $20 millones y así darle una mano a nuestros compañero”, declara Rodrigo Sepúlveda, capitán de la 4° Compañía de Bomberos de Cauquenes.
Desde la Agrupación Chilena de Asociaciones Oncológicas (Achago), a través de su vocera, Evelyn Castillo, aseguran que casos como el de Mario lamentablemente se dan de forma reiterada, donde una comisión del sistema de salud determina la viabilidad de una intervención como un trasplante y si es factible o no financiarla, algo que critican de la normativa actual.
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“Detrás de esto hay una definición financiera, porque el Minsal, por administrar el gasto, determina que sólo pueden ser beneficiado con esta operación las personas de cierta edad, lo que carece a nuestro parecer de un sustento clínico, médico, o lógico. El debiese estar en perfectas condiciones para ser considerado un paciente para trasplante”, asegura Evelyn Castillo de Achago.
Además, desde la misma asociación aseguran que, en estos casos, lo más conveniente es judicializar el proceso, intentando ampararse en otros especialistas y sus diagnósticos, para poder rebatir así la determinación, pidiendo segundas opiniones que determinen que el sí puede tener esta intervención, dejando fuera el riesgo de la edad, que según ellos, es poco lógica en el sistema actual.
Por otra parte, desde la misma institución, valoran la reciente promulgación de la Ley Nacional del Cáncer, normativa que va a favorecer a todas las personas diagnosticadas con esta enfermedad y que asegurará el tratamiento y la protección laboral, entre otras medidas, como la creación de un fondo dedicado a financiar gran parte de estas acciones. Sin embargo, aún falta mucho para llegar a estas instancias y puede ser tarde para Mario Jara.
“Tenemos la mejor expectativa respecto de que esta ley pueda formar el Consejo Nacional de Cáncer, creado al amparo de la ley, formado por diferentes entes del mundo de la salud, que será más diverso y que podrán refutar con sustento los diagnósticos del sistema actual que frena tratamientos y priva de intervenciones tan importantes como la que hoy necesita Mario”, concluye Evelyn Castillo de Achago.
Si puedes ayudar a Mario, te dejamos sus datos:
- Mario Jara Garrido
- Rut: 12.184.709-4
- Cuenta Corriente Banco Santander
- N° Cuenta: 77152652
30/09/2020
05:06
