La ONU dio la alerta esta semana: el CO2 está por alcanzar los 1,5ºC que debemos evitar para el año 2030. Se están buscando soluciones por todos lados y, en ese proceso, un estudio apunta a una bacteria que está en el intestino de los seres humanos. Se trata de la escherichia coli, cuya función normal es consumir azúcar y transformarla en energía y proteínas. Científicos israelitas lograron transformarla genéticamente para que sea capaz de absorber gas de efecto invernadero, estudio que se encuentra en su fase inicial.