Un estudio que consultó a 5.000 mil personas reveló que el 49% tenía al menos un gato y, de ellos, el 80% ha cazado. César González, investigador CAPES, indicó que "las mascotas están poniéndole aún más difíciles las condiciones a las especies que podrían adaptarse y vivir con nosotros en la ciudad". Sus principales presas son aves, roedores e insectos y estudios realizados a nivel internacional vinculan la caza de gatos a la extinción de 70 especies, principalmente las primeras.