En 1970 el hambre afectaba a más de un tercio de la población mundial y la obesidad a un poco más de un 10%. Hoy los números se han invertido y mientras 11 de cada 100 siguen sin comer lo suficiente, son casi 30 de cada 100 los que pesan demasiado. Si el panorama sigue así, en 2030 esto podría afectar a la mitad de la humanidad. Mientras tanto, Chile es el segundo país de la OCDE con mayor índice de obesidad detrás de Estados Unidos, con el 34,4% de la población sobre 15 años que presenta obesidad. Por eso, la FAO ha liderado el programa Hambre Cero y uno de sus últimos llamados fue que los países aborden de manera urgente la malnutrición. Además, sostienen que los eventos extremos relacionados con el cambio climático y la ralentización económica están revirtiendo el progreso que se había alcanzado en la lucha contra el hambre y llaman a que el cambio de alimentación es urgente.