Todos los días entre 1 y 2 mil toneladas de material llega a la Tierra desde el espacio. De todos ellos, solo se pueden apreciar algunos destellos en forma de estrellas fugaces cuando se desintegran en la atmósfera. Sin embargo, en ocasiones pueden ocasionar catástrofes como en Cheliábinsk, Rusia, en 2013, cuando un meteorito explotó liberando 30 veces más energía que la bomba de Hiroshima y dejó cerca de mil heridos. Ahora la Nasa reveló que otro cuerpo con la fuerza equivalente a 10 bombas de Hiroshima ingresó a la Tierra en diciembre pasado, pero no hubo heridos ni consecuencias físicas porque cayó en el Mar de Bering y solo lo detectaron los satélites militares. Esta es la segunda explosión más fuerte en los últimos 30 años. Además se informó que se detectó un nuevo meteorito de 20 metros de tamaño, que se acercará a la Tierra, pero no debiera desviar su órbita y mantenerse a la distancia que nuestro planeta tiene con la luna.