Psicólogo, completamente ajeno a la mecánica, Jaime Artaza tenía entre sus desafíos tener su propio vehículo eléctrico. Originalmente tenía un auto de 2012, sin embargo, para ese objetivo debió quedarse con uno de 1980. Esto porque en Chile existe una ley que solo permite la reconversión de vehículos anteriores al año 1992. Una empresa en el país desarrolló técnicas para convertir vehículos de combustible a eléctricos: el proceso consiste en sacar los componentes que emiten contaminación, como el motor, filtros y radiador, y luego montar un sistema eléctrico directamente a la caja de cambios. De este modo, la experiencia de usuarios queda igual.