El brote de COVID-19 que tiene en vilo a la pequeña localidad de Retiro, Región del Maule

Ruta 5, kilómetro 333, Región del Maule. En plena panamericana, por el corazón de la depresión intermedia, un letrero verde en medio de la carretera anuncia la llegada a la comuna de Retiro. 20 mil habitantes, la mayoría, situados en los campos. Apenas una porción cercana al 20% habita la zona urbana: un pueblo chico, que lo cruza apenas una avenida y casas alrededor, con un único semáforo.

Allí, por estos días, la atención se centra en un solo lugar: la planta fosforera, que da trabajo a cerca de 700 personas. Es la principal fuente laboral de la zona. La secretaria regional ministerial de Salud del Maule, Marlene Durán, el 4 de junio pasado, en una conferencia de prensa, decía que en la comuna “el brote que tenemos corresponde en un 100% a la fosforera. Tenemos 49 casos activos al día de hoy, de los cuales, 16 son trabajadores de la fosforera y 4 de una constructora, de los 29 casos restantes, 15 son familiares directos de estos trabajadores”.

Lo anterior, encendió las alarmas. La comuna, un mes después del primer caso notificado de COVID-19 en Chile, seguía sin contagios. La segunda semana de abril, se alertó del primero: alguien que venía de la capital, que llegó con el virus y decidió pasar su cuarentena y recuperación en la zona. El segundo, vino de la planta. Lo que ocurrió después, fue un aumento explosivo en los casos registrados en la comuna, la mayoría, provenientes de la fosforera. Hoy, según reconoce la autoridad sanitaria, son 29 los contagiados de ese lugar.

Falta de medidas

Fue a través de redes sociales donde comenzaron las primeras denuncias del poco manejo en los protocolos de seguridad y resguardo a los trabajadores al interior de la planta. Luego, los representantes de los trabajadores y posteriormente, las autoridades.

“Un brote importante de casos surgen desde la Compañía de Fósforos, donde trabajadores fueron afectados por la enfermedad, llevando el contagio hasta sus casas, donde cercanos a ellos también fueron afectados, lo que aumentó las cifras drásticamente en ambas comunas”, dice a la radio parralina Pablo Neruda, la doctora Pía González, encargada de epidemiología del hospital de Parral. Dicha comuna es colindante con la de Retiro.

“La Fosforera de Copihue ha sido el punto donde se han generado casi todos los contagios. Si la Seremi lo tiene más que claro, hasta el punto de reconocerlo en una conferencia de prensa, entonces ¿por qué no se han tomado medidas más drásticas al respecto?”, se pregunta, el ex alcalde y actual concejal de la comuna Ignacio Luna.

La planta ha seguido funcionando. En rigor nunca ha dejado de funcionar. En un inicio, dice el alcalde Rodrigo Ramírez, las medidas tomadas por la empresa “fueron insuficientes”. Hace unas semanas atrás, la autoridad de salud regional viajó desde Talca a fiscalizar las dependencias. Allí, se ordenó “un sumario sanitario (…). Nosotros ya nos estamos ocupando de este brote, que es pequeño y muy bien concentrado”, explicaba la Seremi, Marlene Durán.

El problema, dicen algunos, es que ese brote ha generado expansión en los contagios, principalmente en el entorno de los trabajadores de la planta. “¿Por qué les ha temblado tanto la mano para cerrar el lugar? Lamentablemente el accionar negligente de la Seremi de Salud del Maule nos tiene en una gran cantidad de personas contagiadas, incluso una de ellas se debate entre la vida y la muerte en el Hospital de Linares”, acusa el concejal Luna.

Por su parte, el alcalde de la comuna dice que pidieron a la empresa ir a inspeccionar. Al entrar, “había espacios que podían ser el foco que la comunidad estaba planteando. Los vestidores, donde la gente llega y no tiene el comportamiento de alejarse, en los espacios donde ellos fuman, donde almuerzan, no tenían estos separadores o espacios separados que uno ve en otros lugares”. Allí, mandaron oficios no solo a la seremi de Salud, sino también a la cartera del Trabajo, para fiscalizar la planta.

Reconsideraciones

La preocupación por esta situación se sitúa también en la comuna vecina de Parral, cuyo aumento en contagios fue significativo en las últimas semanas. El brote en la fosforera, también se refleja en sus cifras.

"Cuando detectamos un aumento de los casos, llevamos 50 que ya identificamos, vimos que la mayoría tenía que ver con gente que trabaja allí y sus familias", dijo a Radio Cooperativa Paula Retamal, alcaldesa de Parral. Consultada por CHV Noticias, declinó referirse al tema.

En total, la seremi de Salud ya ha ido en tres ocasiones a la planta. “A la empresa se la han dado varias indicaciones, quienes las cumplieron a la brevedad”, asegura Marlene Durán, jefa regional de la cartera.

Desde la Compañía de Fósforos, mediante un comunicado, descartaron el foco. Respecto a las fiscalizaciones de la autoridad, explican que “se ha acreditado que cumple con todas las disposiciones de la autoridad sanitaria, e incluso toma medidas preventivas adicionales que han sido reconocidas a sus prevencioncitas de riesgos, tal como se indicó en la respuesta del acta levantada por la autoridad y cuya respuesta se dio el martes recién pasado”.

Además, agregan que incluso han mandado a cuarentena a más de los trabajadores que los recomendados por la autoridad sanitaria. Han realizado testeo a más de 260 funcionarios, junto con controles sanitarios como tomas de temperatura y protocolos de atención si alguien presenta síntomas.

Aunque el alcalde Rodrigo Ramírez, argumenta que “siempre son mejorables cada una de las medidas que se puedan tomar”. Sin embargo, reconoce que, por el momento, se han ido cumpliendo las recomendaciones de la autoridad sanitaria.

Consultados los directivos de sindicatos Bernardo Pedreros y Boris Torres, que funcionan al interior de la compañía, ninguno quiso participar para esta nota entregando sus opiniones.

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