Mientras el presidente regional del gremio denunció el elevado aumento de precios por el traslado aéreo de muestras, desde Latam Cargo descartan un incremento del costo por los envíos de carga. Esto abre la posibilidad que agencias de viajes intermediarias hayan encontrado un nicho de ganancias en la crisis por el COVID-19.
Un alza de precio del 700% por el traslado aéreo de cada test de coronavirus tomado en la Región de Magallanes a pacientes sospechosos de COVID-19 denunció el presidente del Colegio Médico de Magallanes, doctor Gonzalo Sáez.
El facultativo expresó su sorpresa por el excesivo costo de carga “sólo por llevar las muestras en el avión a Santiago. Al principio estaban cobrando $10 mil por llevar cada muestra, pero ahora nos están cobrando $80 mil por cada muestra que llevan a la capital”.
CHV Noticias consultó sobre este incremento a la misma línea aérea que hace unos días anunciaba la reducción de sus operaciones en un 70%, pidiéndole ayuda económica al Gobierno.La compañía asegura que no han aplicado alzas tarifarias en el marco de la contingencia provocada por el virus COVID-19 ni en ningún otro contexto, a excepción del reajuste anual por IPC y costo de operación, equivalente a un 4,5% aplicado en febrero, lo que fue comunicado a los clientes.
Lee también: Latam anuncia que reducirá sus vuelos en un 95% durante abril“Nosotros no hacemos diferencia entre muestras de sangre de ningún tipo de patología con el COVID-19. Las tarifas no han cambiado”, asegura María Teresa Escobar, jefa de Asuntos Corporativos de Latam Cargo. Es decir, entre 0 y 10 kilos, el valor de traslado es de $9.375.
Por ser una zona extrema, con vías de acceso marítima y aérea pero no terrestre (excepto si se llega por Argentina), Magallanes siempre ha tenido dificultades de conectividad, de implementación tecnológica, incluso de orden político, que se zanjan a nivel central. Debido a este aislamiento, consideran que es un aprovechamiento el excesivo cobro que genera un gasto extra de recursos.
Fuentes que operan en el rubro aclaran que las compañías aéreas trabajan con intermediarios y no directamente con los recintos hospitalarios que adquieren el servicio de traslado. Es decir, “lo más probable es que sean los agentes de viajes quienes apliquen un sobreprecio por este servicio de traslado de las muestras que se toman a los pacientes sospechosos de haber contraído coronavirus".
En la región austral ya se registran dos personas fallecidas por el virus y 240 casos positivos, pero no hay cifras oficiales que indiquen cuántas muestras han sido trasladadas a la capital.
Los funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) revisan de manera visual cada test dentro de un recipiente metálico en un cooler sellado que se embarca al avión para ser trasladado a Santiago.
“Cumplimos a cabalidad con los estrictos procedimientos dispuestos por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA)”, aclara María Teresa Escobar.
Esa labor también la realizaba H.L., de 42 años, hasta que se le detectó el virus. Ahora se encuentra completamente aislado y recibe la alimentación desde la ventana de su casa en Punta Arenas. Se la lleva su esposa que debió irse a vivir a otro lugar con su pequeña hija, mientras él se recupera en el encierro absoluto. Actualmente, es el único funcionario contagiado de la DGAC a nivel nacional.
Lee también: Máximo 20 personas y sin fotos ni flores: Los solitarios funerales de los muertos por COVID-19Su trabajo también consiste en controlar a los pasajeros en el aeropuerto que, si bien ha reducido sus operaciones, aún sigue funcionando con un alto flujo de pasajeros nacionales y extranjeros.
“Esa es la fuente de mi contagio -asegura-, porque la primera semana, cuando se detectó el coronavirus, empezaron a llegar puros chinos y coreanos. Y cuando empezó a llegar mucho italiano, comenzamos a usar las protecciones. El 27 de marzo ya no daba más. Empecé con flemas con sangre. Al otro día me tomaron el examen, enviaron la muestra a Santiago y el 31 me informaron que estaba contagiado”, relata.
No se explica por qué a su familia todavía no le toman el test, ya que estuvo varios días sintiéndose mal antes de conocer el resultado positivo de su examen. “Es complicado, porque tampoco se le toma la muestra a los parientes cercanos con los que uno tiene contacto todos los días. Obviamente tienen que hacerle el examen y no esperar que tengan los síntomas”, dice.
Esta falta de detección temprana para evitar la propagación de COVID-19 la corrobora el doctor Gonzalo Sáez.
“Se está restringiendo a aquellos que son sintomáticos relativamente moderados. De hecho, hay información contradictoria. En algunos casos se dice que los que son leves se vayan a la casa a hacer cuarentena, pero deberíamos tomarle el examen a todos los sintomáticos respiratorios”, asegura el presidente del Colegio Médico de Magallanes. Algo que va en la línea contraria para eliminar los posibles brotes de contagio.
En el caso de H.L., cuando todo indicaba que sería internado, otro facultativo decidió enviarlo a su casa, ya que -según él- su TAC (Tomografía Axial Computarizada) estaba normal, convirtiéndose así en un nuevo positivo “domiciliario”.
El seguimiento al paciente ahora es a distancia. Recibe una llamada en la mañana y otra en la noche. No lo controlan en casa. Su temperatura es estable: 37.1. Cada mañana despierta con la debilidad de un cuerpo golpeado. Su piel está rojiza. Tiene una sensación de calor que se acrecienta con la tos rasposa de la madrugada, cuando aparece el ahogo con un fuerte dolor en el pecho que incluso lo hace escupir flemas con sangre.
En ese estado tomó su auto y condujo hasta el hospital, porque esa noche no le contestaron el teléfono para solicitar una ambulancia. “Me tuvieron como hasta las cinco de la mañana. El doctor me dijo que tenía que ir sólo si sentía como que me estuvieran ahorcando, para que no me exponga y no exponga a otras personas. De hecho, llegó una abuelita que ya iba por quinta vez”, narra.
Al otro día, lo llamaron por teléfono temprano para que acudiera en la misma mañana al hospital, pero los cambios de temperatura lo hicieron desistir. “Para que me manden a la casa de nuevo no me voy a arriesgar. Están haciendo pasar a los positivos por la misma sala donde está esperando la gente sentada en urgencias. Y la gente del SAMU también reclamaba lo mismo. ¿Por qué los hacen pasar por ahí si son positivos?”, agrega.
Lee también: “Se están robando las cosas y no hay fiscalización”: Familias denuncian que canastas Junaeb no vienen completasResignado nos cuenta que hace poco tiempo sufrió un paro cardíaco y, además, le extirparon el colon por una poliposis múltiple genética. Es decir, es de riesgo y siente que depende de la fortaleza de su propio sistema inmunológico para sobrevivir, no del sistema de salud en el hospital clínico de Punta Arenas.
“Yo anoche estaba mal. Estaba mal. Sentí que el pecho se me iba a reventar. Y me mandaron a la casa. Había un caballero que estaba muy mal y también lo mandaron a la casa. A morir a la casa. Yo escuché todo. Le dijo (el médico) 'si está con convulsiones, mándalo a la casa'. Tienes que llegar con 39 de fiebre. Ahí te la bajan y después te despachan”.
Después que cientos de habitantes se tomaran las principales vías de acceso a la ciudad para evitar el tránsito de turistas que siguen llegando al aeropuerto Presidente Ibáñez, el alcalde de Punta Arenas se sumó a las voces críticas exigiendo una cuarentena total de las comunas de la región.
Una presión que finalmente tuvo resultados, porque el Gobierno decidió aplicar la medida de cuarentena obligatoria y un supuesto cordón sanitario a partir de las 22 horas del pasado miércoles por un período de siete días.
La concejala Verónica Aguilar -en una carta enviada al intendente José Fernández Dübrock-, puso en duda que en el aeropuerto se estén “tomando las medidas necesarias para evitar mayores contagios” con la llegada de los vuelos LAN, “única línea aérea que está viajando a nuestra región y a su máxima capacidad”.
Con 124 mil habitantes, Punta Arenas tiene la tasa más alta de contagios per cápita. El diputado Gabriel Boric aseguró en su cuenta de Twitter que “con una tasa sobre 100.000 habitantes (que es la que está usando el gobierno), Punta Arenas tiene 100,7; Temuco 96,7 y Santiago 21,44. Necesitamos un Estado más presente en salud urgente”.
El concejal Arturo Díaz asegura que diariamente se realizan alrededor de 20 tests en toda la región, una cifra que también confirma el presidente del Colegio Médico. El número de muestras parece insuficiente en virtud del alto flujo de pacientes que llega al hospital clínico con cuadros infecciosos.
“Se ha restringido la toma de muestras sólo a aquellos pacientes que presentan síntomas”, especialmente la fiebre, algo que habla de cómo el gobierno estaría manejando las cifras oficiales.
“Está llegando mucha gente, a cada rato. Y a la mayoría la mandan a la casa. A mí, que soy positivo, me dieron Paracetalmol y Ketorolaco”, dice el funcionario de la DGAC.
A otro paciente de 46 años, de iniciales M.B., el médico cirujano le dijo que tenía influenza y que se encerrara en su casa, pero que “si continuaba con estos síntomas, volviera al hospital”. Le recetaron Paracetamol e Ibuprofeno para aplacar la tos seca y las dificultades que tenía para respirar. Lo extraño es que no le tomaron el examen para detectar si era COVID-19.
Lee también: Créditos hipotecarios al alza: Un golpe al bolsillo (pero que podría ser peor)Pese a que el Ministerio de Salud informó en febrero que las distintas regiones del país contarían en marzo con kits de detección de coronavirus de manera gratuita, esto aún no se ha materializado en Magallanes.
La situación se complica aún más considerando que la región no cuenta con una máquina para analizar los exámenes, lo que obliga a enviar las muestras a la capital vía aérea, generando un ingente gasto de recursos.
El concejal Arturo Díaz asegura que la próxima semana “debería empezar a realizarse el examen acá en Magallanes. Ya está la maquinaria, la gente está capacitada. Tengo entendido que había un problema de reactivos, y que el lunes ya se empezaría a tomar acá. Por lo tanto, ahí ya se evitaría el traslado a Santiago”.