La aclaración hecho pública por el gobierno municipal de la capital de Hubei añadió 1.290 personas más al conteo de fallecidos causa del patógeno, alcanzando así un total de 3.896. Asimismo, las autoridades admitieron que no supieron manejar el brote y sus cifras en una primera instancia.
La ciudad de Wuhan, epicentro del brote de coronavirus, corrigió la cifra de muertos por COVID-19 al interior de la urbe, añadiendo 1.290 a la cuenta y alcanzando 3.869 fallecidos, un 50% más alto que el número anterior.
Según la agencia de noticias estatal Xinhua, el gobierno municipal de la capital de la provincia de Hubei también corrigió el número total de casos de coronavirus: 325 casos más que los anteriormente anunciados, llegando a los 50.333.
“Las revisiones se han hecho de acuerdo a leyes y regulaciones, así como al principio de ser responsable ante la historia, el pueblo y los fallecidos”, indicó en un comunicado el centro general para el control y la prevención de la pandemia de la municipalidad de Wuhan.
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“Esto asegura que la información sobre la pandemia del COVID-19 en la ciudad es abierta y transparente, y que los datos son precisos”, continuó el informe según Xinhua.
El gobierno municipal de Wuhan aseguró que habían cuatro razones para que existiera una “discrepancia” en los datos. La primera fue que “un creciente número de pacientes al principio de la epidemia desbordó los recursos médicos y la capacidad de admisión de las instituciones médicas (por lo que) algunos pacientes murieron en su casa sin ser tratados en los hospitales”.
La segunda, aseguran las autoridades, fue que los hospitales operaron “más allá de sus capacidades” y el personal médico “estaba absorto por salvar y tratar a los pacientes”, lo que llevó la propagación de información con “omisiones y errónea”.
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La tercera culpa a ciertas instituciones que tuvieron que hacerse cargo de los contagiados en el peak de la pandemia, asegurando que “no se vincularon a la red de información epidémica y fallaron en informar sus datos a tiempo.
Finalmente, la cuarta apunta a que la información registrada sobre las personas fallecidas “fue incompleta y había repeticiones y errores” en los reportes sobre el avance de la enfermedad.