Marta Diez, gerenta general de la farmacéutica en Chile, indicó que la llegada del suministro depende de que en octubre obtengan resultados favorables de los estudios clínicos para luego tramitar su aprobación ante la FDA.
Las primeras dosis de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer podrían estar disponibles en Chile en enero de 2021 si es que la empresa farmacéutica obtiene sus resultados de eficacia iniciales en el mes de octubre.
El acuerdo entre la compañía y el gobierno contempla un total de 10 millones de dosis para 5 millones de personas (se requieren dos para cada una) de la fórmula desarrollada junto al laboratorio alemán BioNtech.
"Asumiendo que los datos clínicos y los procesos regulatorios son exitosos, el registro local ante el ISP (Instituto de Salud Pública) podría estar a fin de año", indicó la gerenta general de la empresa farmacéutica en Chile, Marta Diez, en conversación con El Mercurio.
Lee también: Rusia suministrará su fármaco contra el COVID-19 a varios países de América Latina, incluido ChileLo anterior depende de que los estudios clínicos de la vacuna avancen favorablemente para tramitar su aprobación ante la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA).
La vacuna fue testeada en 30 mil voluntarios sanos de 18 a 85 años, que luego se ampliaron a 44 mil, incluyendo personas que viven con VIH o padecen hepatitis, en EEUU, Alemania, Brasil y Argentina, además de Turquía y Sudáfrica.
Los primeros resultados han indicado una respuesta inmunológica importante y efectos adversos leves a moderados que, según comentó Diez, son "similares a las que provoca la vacuna de la influenza, como fiebre o dolor muscular en la zona de la inyección".
La particularidad de la fórmula desarrollada por Pfizer es que utiliza la técnica de ARN mensajero, es decir, produce anticuerpos utilizando fragmentos del ARN del virus, pero sin introducir en el organismo partes del coronavirus.
Lee también: Piñera anuncia acuerdos que permitirán la obtención de millones de vacunas contra el COVID-19De este modo, tanto esta vacuna como la que desarrolla Moderna -que usa una tecnología similar- apuntan a una mayor seguridad, en caso de que se compruebe su efectividad.
"Esta plataforma se estaba investigando para aplicar contra el virus de la influenza; por eso el desarrollo de esta vacuna para el COVID-19 fue rápido. Se utilizó todo el conocimiento que había a la fecha", explicó la gerenta.
Diez destacó que hace unas semanas tanto Pfizer como BioNtech firmaron un acuerdo con otras seis compañías farmacéuticas en el que "se comprometen a no sacrificar la seguridad en pos de la velocidad o de otros criterios".
Además, señaló que a pesar de que sus resultados podrían no ser los esperados, ya comenzaron con la producción de las dosis para estar preparados ante su eventual aprobación.