A sólo días de su muerte, precisamente el 30 de agosto pasado, la reina Isabel II modificó su testamento, avaluado en más de 110 millones de dólares. En el documento figura parte de la familia real, pero hay dos nombres que no aparecen: Meghan Markle (esposa del príncipe Harry) y su hija, la bisnieta de la monarca a quien conoció hace sólo un par de meses. Conoce los detalles de esta tensa relación acá.