Una ex trabajadora asociada a la productora del cantante, recientemente reveló que al momento de la llegada del artista, todos debían girarse a la pared para evitar mirarlo a su rostro. Una situación que hace reflotar aquellas exigencias más descabelladas asociadas al Sol de México.
Las excentricidades de Luis Miguel volvieron a saltar a la palestra tras una reciente revelación que dejó a sus seguidores y seguidoras impactadas. Exigencias del Sol de México que ya habían sido tema anteriormente, sobre todo en nuestro país, ya que éstas quedaron al descubierto tras su participación en el Festival de Viña del Mar.
De acuerdo con los recientes antecedentes asociados al cantante, Ana Villarín fue la encargada de destapar una particular extravagancia del artista: No podían mirarlo a la cara.
Villarín, en 2019, perteneció a una productora asociada al intérprete de La Incondicional, por lo que pudo verlo de cerca en varias oportunidades. Al respecto, dijo al programa Creadores & Chil que "no es un artista fácil. Es mucha responsabilidad este trabajo".
Lee también: Guns N’ Roses confirma regreso a Chile con concierto en el Estadio Nacional"Algo que yo nunca entendí es que cuando llegaba, que aparte llegaba tardísimo siempre y que por eso empezaban siempre tarde sus conciertos, nadie podía estar viéndolo porque no le gustaba. Todos teníamos que voltear hacia la pared", agregó.
Es más, Villarín añadió que la situación "era horrible. (Te decían) 'ya va a llegar, voltéense para la pared para que no lo vean'. Más aún cuando era el tercer día y ya se pasaba toda la emoción que podrías tener. Paras el trabajo de todo el mundo. Es terrible".
Bajo ese contexto, en CHV Noticias Digital quisimos hacer un recuento de aquellas excentricidades asociadas al cantante mexicano y que por mucho tiempo han sido un mito dentro del ambiente del espectáculo.
Fue en febrero de 2019, cuando en el matinal de Chilevisión -en ese entonces llamado La Mañana de Chilevisión-, se hizo un recuento de aquellas exigencias que habría pedido el cantante para su presentación en el Festival de Viña del Mar en 2012.
Una de ellas fueron las rosas blancas. En detalle, informaron que en su espacio de descanso no podían faltar 20 rosas blancas de tallo largo y sin espinas.
Lee también: Tras anuncio de su retiro de la música: Las cinco canciones más escuchadas de Daddy Yankee en SpotifyA lo anterior se suman 200 toallas blancas para su uso.
Volviendo a Chile, desde el espacio televisivo destacaron que el intérprete -en dicha instancia- pidió tres velas gigantes con aroma a jazmín en adornos de vidrio.
En su visita al territorio nacional, el Sol de México exigió además un camarín negro. Misma situación que se repitió en El Salvador, cuando se presentó en el Estadio Jorge Mágico González, aunque con ciertas diferencias.
En esa instancia, según consignó Infobae, solicitó un camarín alfombrado con sofás individuales y un sofá para tres personas.
Lee también: Actor Nicolás Poblete denunció abusos de tío: “Nos hizo creer que teníamos un problema mental nosotros”De cara al Festival de Viña, Luis Miguel también pidió agua embotellada de una marca específica. A ello se sumó una colección de vino, frutas frescas, frutos secos, té negro y verde de la marca Throat Coas.