(EFE) - Lionel Messi no se ha presentado a las pruebas PCR que han pasado los jugadores de la primera plantilla del Barcelona, eso antes del primer entrenamiento del curso que tendrá lugar mañana lunes, en el que tampoco estará. De esta manera, se abre un capítulo más en el conflicto contractual que tiene con el club por su salida.
Discrepancias entre Bartomeu y el jugador que desde el primer momento ha contado con el apoyo incondicional de sus seguidores culés, que día sí y otro también, se manifiestan ante las puertas del club azulgrana pidiendo la dimisión del presidente.
El martes, los abogados del jugador mandaron un burofax al club en el que se expresaba su deseo de irse, acogiéndose a la cláusula liberatoria que le permite irse de forma libre al final de cada temporada.
Lee también: “¡Paren a ese muchacho!”: El video de un pequeño Messi haciendo estragos en la defensa jugando por Newell’s
Pero, en el contrato, se especifica el 10 de junio como la fecha límite para que Messi informe de su intención de irse y el burofax se envió el 25 de agosto. La argumentación de la parte del argentino es que esta es una temporada atípica a causa de la pandemia del coronavirus, la cual retrasó el final de curso hasta el 23 de agosto con la celebración de la final de la Liga de Campeones.
El FC Barcelona se agarra a la fecha límite del 10 de junio y le remite a la cláusula de rescisión de 700 millones de euros si quiere marcharse a otro club.
¿Pero quién tiene la razón en todo este lío? Hubiese sido contradictorio con su primer burofax que Messi se hubiese presentado a las pruebas PCR, ya que sus asesores consideran que su contrato se ha extinguido. En este caso no debe ir a entrenar ni cobrar su salario.
Así también, es un hecho que la temporada ha sido atípica, pero el club cuenta con que lo firmado es lo que vale. Así que la historia continuará en próximos capítulos y posiblemente todo lo tenga que decidir la Cámara de Resolución de Disputas de la UEFA.
30/08/2020
11:23
