Hasta ahora son seis los elencos que decidieron no jugar sus respectivos compromisos de este miércoles dentro de la burbuja en Orlando, para así presionar por lo sucedido en el tiroteo policial contra el ciudadano afroamericano.
La NBA está paralizada. En primera instancia fueron los anuncios de Milwaukee Bucks y Orlando Magic los que adhirieron a las protestas que se desarrollan afuera de la burbuja de Disney World, debido al episodio de violencia nuevamente protagonizado por la policía estadounidense, esta vez en contra del ciudadano afroamericano Jacob Black.
Poco después se sumaron al boicot de los partidos programados para hoy, las escuadras de Houston Rockets y Oklahoma City Thunder y luego se unieron Los Angeles Lakers de LeBron James -muy activo en las protestas- y los Portland Trail Blazers, quienes se enfrentaban entre sí por el quinto partido de la serie.
El equipo de Milwaukee es foco de atención tanto deportivamente, por llegar con el mejor récord a playoffs, como por lo extradeportivo, en cuyo estado han ocurrido nuevas protestas que han sumado más violencia y resentimiento en contra de los oficiales en Estados Unidos.
Lee también: Wisconsin: Acusan a policías de disparar a un hombre negro mientras había niños de testigoLos Bucks no se presentaron a la cancha esta tarde en Orlando, lo que obligó a los oficiales de la NBA a dirigirse al vestuario del equipo antes de que se conociera la noticia del boicot.
Por su parte, el Magic calentó antes del juego, pero al conocer la decisión del quinteto donde milita el jugador más valioso de 2019, Giannis Antetokounmpo, de inmediato también asumió la postura de abandonar la duela y suspender el partido.
Esto dio paso a un efecto dominó, donde los demás partidos pactados para hoy también se vieron cancelados. El hecho generó inmediata incertidumbre sobre el desarrollo futuro de la postemporada y podría repercutir en una suspensión indefinida para la NBA, una vez más.
Caber recordar que Blake, la víctima del tiroteo, es un ciudadano afroamericano que recibió siete disparos de la policía en Kenosha, Wisconsin, este domingo. Tras el hecho, el abogado de la familia reportó que el hombre, después del ataque, quedó paralizado y que “haría falta un milagro” para que pudiese volver a caminar.