El defensor Paul Greene se mostró optimista al referirse al caso del tenista nacional, quien arrojó doping por los anabólicos ligandrol y estanozolol, y aseguró que es posible verlo jugando nuevamente este semestre.
El abogado estadounidense Paul Greene es el actual representante de Nicolás Jarry, luego que el tenista fuera suspendido provisionalmente por la Federación de Tenis al arrojar doping por los anabólicos ligandrol y estanozolol.
"El objetivo es que Nicolás vuelva a jugar en primavera (de Estados Unidos). Dependemos de las pruebas de laboratorios, pero soy optimista. Estoy 100% seguro de que Nico nunca tomó estas cosas intencionalmente", explicó el abogado a Las Últimas Noticias.
Con su estudio Global Sports Advocates, Greene es un especialista en casos de contaminación, y asegura que ha sido representante legal en situaciones como estas por 10 años. De ahí su optimismo por el caso de Jarry.
"Si Nico puede demostrar que las sustancias no estaban en la etiqueta del producto, que se contaminó en la fabricación, que es donde típicamente ocurre, su sanción será reducida", dijo Greene.
En ese sentido, el abogado explicó que en muchos casos "estos productos se fabrican en las instalaciones de un tercero que tiene estas drogas o usan ingredientes que no son puros".
Respecto a las sanciones que arriesga su defendido, señaló que se podría esperar un caso similar al del brasileño Thomaz Bellucci, cuyo castigo fue de 5 meses: "Sería realista esperar algo similar si somos capaces de establecer de dónde provienen las sustancias".
"Lo de Nico es tan bajo que ni siquiera se detectaba hace cinco años en ningún laboratorio del mundo. Es una billonésima parte de un gramo, es tan bajo que no puede proporcionar ninguna ayuda al rendimiento", afirmó Paul Greene.
Si bien hasta hace algunos años lo más bajo que se podía detectar era un nanogramo (0,000000001 gramos), ahora es posible analizar hasta un picogramo (0,000000000001 gramos). "Es mil nanogramos, es increíble", dijo.
Las credenciales de Paul Greene son varias. En 2018 fue defensor de Gil Roberts, campeón olímpico en Río 2016 en el relevo 4x400 metros, logrando que fuera absuelto de su sanción por doping. También logró dejar sin sanción a Shawn Barber, campeón mundial de salto con garrocha.
Con todo, el abogado aseguró que siempre será responsabilidad del deportista cuidarse de estos agentes contaminantes.
"Incluso si a un deportista le pasa besando a su novia, es su responsabilidad. Es duro, pero en general los deportistas profesionales entienden que cuidarse es su deber", concluyó Greene.