¿Manchas en la piel de los infantes? ¿Rayos X envenenando la comida? ¿Pérdida repentina de peso? Estos son algunas de las creencias relacionadas a los eclipses de Sol que investigadores del Núcleo Milenio de Astrofísica desmintieron con ciencia.
Ciencia: la disciplina que busca explicar el porqué de las cosas nos ha acompañado por unos cuantos cientos de años, motivándonos a progresar a través de la tecnología y el manejo de nuestro entorno.
Sin embargo, la ciencia ha estado durante solo una pequeña fracción de la historia de la humanidad, por lo que antes de eso las personas tenían que explicar los fenómenos naturales a través de mitos y creencias religiosas.
Los eclipses solares son uno de los fenómenos naturales más visualmente impactantes y espectaculares, por lo que no es de extrañar que la humanidad creara una serie de creencias populares relacionadas al oscurecimiento de nuestra estrella madre.
Gracias a información publicada por Álvaro Rojas y Rodrigo Contreras, investigadores del Instituto Milenio de Astrofísica, te invitamos a conocer algunos de los mitos relacionados a los eclipses solares más populares.
Esta creencia tiene algo de cierto. Durante los eclipses, la Luna y el Sol se encuentran alineados con la Tierra - por lo que la fuerza de atracción gravitacional de ambos astros provoca un pequeño "tirón" hacia arriba, contrarrestando (mínimamente) la fuerza de gravedad de nuestro planeta.
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Esto provoca que "pesemos" unas centésimas de gramos menos. Pero para que quienes esperaban adelgazar notablemente durante el oscurecimiento del Sol, lamentamos decir que esto es falso.
Este mito asegura que durante un eclipse el Sol emite un tipo de radiación dañina que echaría a perder cualquier cosa que estuviéramos cocinando.
Esta idea es falsa ya que cuando la Luna si interpone en el camino del Sol no se produce ningún tipo diferente de radiación. De hecho, todo lo contrario - nuestro satélite natural bloquea los rayos visibles e invisibles de nuestro astro, por lo que el riesgo de un envenenamiento radioactivo - que es casi nulo - se volvería casi imposible.
Si bien el Sol emite rayos X desde su parte más externa, llamada corona - la cual se puede apreciar claramente durante un eclipse -, esta idea es completamente falsa.
Esto se debe a que la atmósfera terrestre bloquea gran parte de la radiación dañina proveniente del Sol. Esta capa está presente siempre, independiente de si el Sol es visible o no.
Muchos dicen que los niños que salen de mujeres embarazadas que presenciaron eclipses solares pueden presentar graves consecuencias: deformidades, labio leporino, manchas cutáneas e incluso aborto.
Esto es falso: no existe ninguna conexión entre contemplar un eclipse y el desarrollo correcto de los niños al interior del útero.
Este mito asegura que los eclipses tienen relación con los terremotos por los cambios de fuerza gravitacionales de la corteza terrestre. Si bien, actualmente esta hipótesis está siendo investigada, aún no hay datos que confirmen dicha teoría.