El brutal asesinato de quienes más amaba: La historia detrás del disco Ciudad de pobres corazones de Fito Páez
El exitoso cantante de rock argentino se presentará por quinta vez en el escenario de la Quinta Vergar, motivo por el cual te contamos una historia que pocos saben acerca de uno de sus discos más oscuros, donde expresa el dolor que sintió tras perder a su abuela y su tía abuela. Conoce aquí los detalles.
Publicado por CHV
Solo faltan días para que empiece una nueva edición del Festival de Viña del Mar y una de los que dirá presente será el exitoso cantante y compositor argentino Fito Páez, quien ha triunfando anteriormente en el escenario de la Quinta Vergara, obteniendo todos los premios.
De esta forma, el intérprete de hits como Mariposa Teknicolor, 11 y 6 y Fue amor, intentará cautivar a todos quienes asistan a la Ciudad Jardín para escuchar la mezcla de rock, jazz, tango y folclore que ofrece el rosarino.
Sin embargo, a pesar del éxito que ha logrado Rodolfo Páez, nombre de pila de Fito, hubo un hecho que sufrió cuando su carrera musical comenzaba su ascenso, terminando con sus ganas de continuar realizando música y devastándolo emocionalmente.
El 7 de noviembre de 1986, después de dar el primer concierto en Río de Janeiro durante la gira que realizaba en Brasil para promocionar su último disco de ese entonces, Giros, Fito Páez recibió una llamada que cambió su vida para siempre.
Mientras se encontraba en la pieza de un hotel junto a su pareja de esa época, Fabiana Cantilo, le informaron que su abuela, Delia Zulema Ramírez de Páez, y su tía abuela, Josefa Páez, habían sido brutalmente asesinadas en Rosario, ciudad donde nació y se crió. También mataron a la empleada del hogar, Fermina Godoy.
La relación del cantante con esta mujeres era muy especial, de un cariño y amor muy grandes, ya que fueron ellas quienes se hicieron cargo de él tras la muerte de su madre antes de que cumpliera un año de edad.
"El hallazgo se produjo en la calle Balcarce 681, cuando el marido de la joven doméstica, al no ir esta a su casa en su horario habitual, pasó a buscarla", escribieron aquel día en el periódico argentino La Nación.
Agregaron que "Al no recibir respuesta a su llamado a la puerta, dio parte a la policía. Se hicieron presentes en el lugar efectivos de la comisaría tercera, quienes encontraron los cadáveres de las tres mujeres", quienes fueron atacadas con un arma blanca y un arma de fuego.
Este lamentable hecho destruyó al cantante argentino, quien meses antes había sufrido el fallecimiento de su padre. Tal era el dolor de Páez, que su bajista, Fabián Llonch, contó que "cuando llegamos al hotel, ya tarde por la noche, me llamaron a la habitación y me contaron lo sucedido".
En la misma línea, explicó que "todo fue una película de terror. Voy a la habitación de Fito, él estaba absolutamente devastado".
Por su parte, en diversas ocasiones, el rosarino reveló que no puede explicar cómo quedó el cuarto del hotel en Río. "Lo destrocé. Dolor violento. Perdí tanto la conciencia que hoy no me acuerdo exactamente lo que sucedió", comenta al recordar aquel momento.
"Era como un animal enjaulado en su propio dolor. Creo que me la pasé todo el día llorando, tomando whisky y lexotanil", agrega.
Una vez que volvió a Argentina, le dijo al medio antes mencionado que "vine a contar cómo vivían esas maravillosas mujeres en su casa porque puede servir a la investigación. No puedo creer esta cosa loca que ha ocurrido. No la entiendo". "Mi abuela y mi tía eran las personas que más quise", complementó.
Finalmente, los autores de estos homicidios fueron los hermanos Walter y Carlos De Giusti, quienes, tiempo antes, habían realizado un trabajo de mantenimiento en la vivienda, motivo por el que las ancianas no temieron al abrirles las puertas.
Cuando Walter de Giusti fue detenido, se encontraba realizando sus funciones como agente de la subseccional 15 de la localidad de Estherpoco, ya que después de participar en los crímenes ingresó a la policía.
Fue condenado a una pena en prisión por cadena perpetúa, sin embargo, meses después del fallo, los informes médicos establecieron que poseía VIH, por lo que continuó la condena en su domicilio. Pero, 12 años después, debido a una violación, ingresó de nuevo al recinto penitenciario, donde murió.
Ciudad de pobres corazones
Después de sufrir este trágico golpe, todo se apagó en la vida de Fito Páez, quien, recordemos, en ese tiempo empezaba a hacerse un nombre en la música latinoamericana. Cambió su vestimenta, sus canciones y el ritmo.
“La imagen más fuerte que tengo de él es con la campera puesta, la cara desarticulada y con una palidez permanente, haciendo gestos de rechazo a la prensa”, reveló Liliana Herrero, amiga y cantante, a un medio local.
En este periodo, después de la perdida de sus seres más queridos, compuso su disco más oscuro: Ciudad de pobres corazones, en el que describe, a su manera, sus emociones y sentimientos respecto al dolor y cómo Rosario se convirtió en una ciudad donde matan a los pobres corazones como lo eran su abuela y tía abuela.
Finalmente fue su esposa, Fabiana Cantilo, quien lo ayudó a superar este momento. "Fabi me sacó de la cama de los pelos, me llevó a la sala de ensayo y me dijo: 'Loco, tenés que venir a tocar'. Ahí empezó una serie de ensayos en los cuales Luis Spinetta fue un gran amigo del alma", contó en Entrevista informal.
"Estaba muy mal y yo no sabía qué hacer con él, no sabía qué poner en la tele, no sabía si decirle ‘hola’, si hablarle, si no hablarle. Fito lloraba y no podía contenerlo. Estaba muy asustada y no entendía nada, creo que hice todo lo que pude”, dijo Cantilo, según La Nación.
De esta forma, el rosarino ocupó este disco como catarsis del dolor, el más grande quizás, que ha sentido en su historia, utilizándolo, también, para sanar y volver a encontrarse hasta convertirse en la estrella que es ahora, teniendo el disco de rock más vendido en el país trasandino: El amor después del amor, donde expresa cómo es el amor después del amor que sintió por su abuela y su tía abuela.