Emergentes 2, capítulo 7 | Trap chileno

“Trap somos nosotros, de lunes a domingo, tal como nos ves… haciendo lo que tu papá no quiere que hagas, ese somos nosotros”, Marlon Breeze.

“Vamo' a hacerlo, una, do' y a las tres ponte en cuatro”, así dice el coro del nuevo éxito de Polimá Westcoast, una letra explícita que podría escandalizar a cualquiera, pero que en el trap es normal.

El contenido sexual o referente a drogas y alcohol no nos horroriza, pues el fin del trap es bailar, activar la felicidad, que el perreo sea hasta el -1 y que nos entreguemos al placer. Y yo no veo fallas a esa lógica, al final es lo que queremos todos y el sexo también nos entrega ese goce. Entonces, ¿cuál es el problema con eso?

Este es un género musical provocador, rebelde y libre. No existe el miedo a cantar lo políticamente incorrecto o lo incómodo.

“Siempre he deseado tu cuerpo estaba esperando el momento, yo soy el sol y tú la luna, dejemos la habitación oscura”, canta Zuzu en su canción Eclipse. Y es que, así mismo como fantaseamos con situaciones antes de dormir, de la misma manera lo hacemos con el trap y eso es lo que nos conecta con sus letras.

¿Se necesita talento? Pues éste se cuestiona mucho en los traperos, sobre todo por el uso de autotune. Lo cierto es que no necesitan cantar espectacular para triunfar y bueno, entonces te preguntarás ¿cuál es el talento?

Todos queremos sentirnos bien y el trap juega con esa idea capitalista de que lo lograremos, sea esa casa con la que sueñas, el auto, ropa y porqué no, hasta esa pareja. Es un caramelo de dopamina y de serotonina, que seduce a nuestro cerebro con notas electrónicas derretidas y psicodélicas.

A través de Polimá Westcoast conoceremos un trap más popero y masivo, con Azulhema el empoderamiento femenino y con Marlon Breeze una línea más underground y calle del género. En qué se inspiran, con qué sueñan y más, lo descubrirás en este nuevo capítulo de EmerGentes2.

• Síguenos En

  

• Suscríbete en WhatsApp