El estudio, realizado en Francia, apunta a la conveniencia de realizar un examen de los ojos a estos pacientes a fin de detectar posibles anomalías oftalmológicas.
El estudio, realizado en Francia, apunta a la conveniencia de realizar un examen de los ojos a estos pacientes a fin de detectar posibles consecuencias oftalmológicas, potencialmente graves, del coronavirus y darles el tratamiento apropiado.
En todo el mundo, la pandemia que se inició hace más de un año ha enfermado a casi 110 millones de personas y ha causado 2,41 millones de muertes. En Estados Unidos se han confirmado 27,7 millones de casos y más de 486.300 muertes.
El artículo señaló que, si bien el coronavirus ataca principalmente los pulmones, también se le ha vinculado con anormalidades oculares como conjuntivitis y retinopatías que pueden resultar en pérdida de la visión.
Lee también: Los síntomas más comunes tras aplicación de la vacuna de Pfizer, según informe del ISPLa Sociedad Francesa de Neuroradiología realizó un estudio con 129 pacientes con COVID-19 grave, a los que sometieron a exámenes de IRM para determinar la naturaleza y la frecuencia de esas anomalías en los ojos.
Nueve de los pacientes, equivalentes al 7 %, mostraron anormalidades en el globo ocular, y los exámenes de IRM encontraron uno o más nódulos en el polo posterior del globo. Ocho de esos nueve pacientes habían pasado tiempo en la unidad de cuidados intensivos debido al coronavirus.
Los nueve pacientes tenían nódulos en la región macular, el área en el fondo del ojo donde opera la visión central, y ocho de ellos tenían esos nódulos en ambos ojos.
Los investigadores señalaron que se desconocen los mecanismos que llevan a la formación de esos nódulos, aunque consideran que podían relacionarse con la inflamación causada por el virus.
Lee también: Dra. Izkia Siches: “Niños y adolescentes sí se pueden infectar de COVID-19 y transmitirlo”Otro factor podría ser el drenaje inadecuado de las venas de los ojos, un problema que se ha encontrado en los pacientes que pasan tiempo en la UCI boca abajo o entubados. Siete de los pacientes que mostraron anormalidades oculares en el estudio habían pasado largos períodos en esa posición en la UCI.
Este estudio sustenta, asimismo, otras investigaciones que han mostrado que el COVID-19 tiene consecuencias más amplias en las personas que ya tienen otros problemas de salud. De los nueve pacientes en los cuales se hallaron los nódulos oculares, dos padecían diabetes, seis eran obesos y dos tenían hipertensión arterial.
Los resultados de este estudio indican que debería considerarse el examen ocular de todos los pacientes con coronavirus grave para detectar los nódulos, incluida la IRM de alta resolución.
Otros exámenes recomendados son la fundoscopía, que usa una lupa y una luz para inspeccionar el fondo del ojo, y la tomografía de coherencia óptica, una prueba no invasiva que produce una imagen tridimensional de la estructura del ojo.