Un testigo protegido le entregó información clave a la Policía de Investigación para poder encontrar el cuerpo del ex militar, quien tras ser secuestrado desde su departamento habría sido trasladado en primera instancia a una casa en San Bernardo.
El pasado viernes, personal de la
Fiscalía y la
Policía de Investigaciones llegaron hasta una toma en la comuna de
Maipú, donde tras horas de arduas indagaciones y trabajos se logró encontrar un cuerpo, que horas después se confirmó que se trataba del secuestrado ex teniente venezolano
Ronald Ojeda Moreno.
Pero, ¿cómo llegaron las policías hasta ese lugar? Fue el 29 de febrero cuando un testigo protegido llamó a la Brigada de Crimen Organizado (Brico) de la PDI para dar las primeras luces sobre el paradero del malogrado ex militar venezolano, de acuerdo a lo que informó La Tercera.
Ahí esta persona le detalló a los detectives que el
sábado 25 de febrero, es decir, cuatro días después del secuestro de Ojeda Moreno, otro habitante de la toma
le advirtió de movimientos extraños y donde personas habían realizado
una excavación para luego colocar cemento y huir del lugar.
De hecho, el relato del testigo afirma que uno de los sospechosos le reconoció a una de las personas que lo vio en esa inusual acción: "
Estamos metidos en algo grave".
El medio citado agregó que con esta información la
PDI llegó al lugar y tras ubicar el
radier de cemento comentado por el testigo protegido, se trabajó en el lugar hasta encontrar bajo
1,40 metros de profundidad la maleta donde estaba el cuerpo del ex militar.
Casa en San Bernardo y colaboración de chilenos
Ángel C., menor venezolano y único detenido en la investigación, declaró que tras trasladarse en dos autos en simultáneo desde el departamento de
Ronald Ojeda en Independencia llegaron a una casa en
San Bernardo.
Según señaló el detenido
ahí los esperaban personas de nacionalidad chilena, quienes taparon con sábanas a los falsos PDI para poder entrar al domicilio sin despertar sospechas.
Sin embargo,
este inmueble sigue sin ser encontrado por las policías, que el viernes por la noche y madrugada del sábado, recorrieron la zona con el menor, quien no logró identificar ninguna de las propiedades que visitaron.
Ángel C. fue acompañado por su defensora, quien manifestó que el menor no pudo reconocer la casa debido a que era
un sector con muchos pasajes y entradas y salidas similares, muy difíciles de reconocer.