Aunque el gobierno de Sebastián Piñera confía en que la resolución de la Corte Internacional de Justicia no amenace el territorio nacional, existen tres posibilidades para este lunes 1 de octubre, cuando se de a conocer la sentencia.
El próximo lunes 1 de octubre, a las 10:00 horas (15:00 horas en La Haya), se dará a conocer la decisión de la Corte Internacional de Justicia en torno a la demanda marítima que Bolivia presentó en 2013 en contra de Chile.
La postura oficial de nuestro país es no plantear posibles escenarios. Oficialmente, se deposita toda la confianza en el devenir del caso y el equipo jurídico espera que la resolución no amenace la integridad del territorio.
El abogado de derecho internacional y ex miembro de la Corte de Arbitraje de La Haya, Hugo Llanos, plantea tres posibles escenarios, que se manejan con discreción, pues en general se evita profundizar sobre el tema.
Es el escenario más optimista para Chile. Este fallo determinaría que la petición boliviana no tiene lugar. En consecuencia, nuestro país no estaría obligado a dialogar ni a participar en una mesa de negociación sobre el acceso soberano al mar.
En tal caso, se podría solicitar una revisión, pero es sumamente difícil. ¿Por qué? Bolivia tendría que presentar un hecho o antecedente nuevo, del cual no había conocimiento de las partes, y que de haberse conocido habría cambiado el resultado del fallo.
Otro posible escenario sería que La Haya sentencie que Chile y Bolivia deben negociar, pero sin un fin determinado.
Esta posibilidad obligaría a nuestro país a entrar en conversaciones con el país altiplánico, sin embargo, en este caso el acceso soberano al mar no está asegurado.
El tercer escenario sería que el Tribunal indicase que se debe negociar con Bolivia y, aunque no lo exprese en la parte resolutiva, esa negociación tiene por objeto darle a Bolivia algo de lo que pretenden.
La Corte no puede plantear directamente que Chile le dé acceso soberano a Bolivia, pues no tiene competencia para disponer de territorio. Sin embargo, en La Haya sí pueden fallar que Chile y Bolivia se sienten a negociar.
Si una de las consideraciones es que la negociación tiene que ser de buena fe por ambas partes, significa que las partes no deben sostener posiciones rígidas que impidan una solución.
Podría ser una estrategia para obligar en forma indirecta a negociar lo que están solicitando, pero sin decirlo. No se puede presentar una actitud de negociación negativa, por ende, Chile tendría que transar algo.
Como otros expertos han señalado, el fallo podría abrir la puerta a buscar una “salida creativa” al diferendo entre Chile y Bolivia.
Te puede interesar: ¿Qué es La Haya? Conoce más sobre la capital mundial de la justicia