Una nueva polémica se desató en Gran Hermano. El teléfono rojo reapareció en la casa más famosa del mundo y desafió nuevamente a los jugadores. El problema llegó a la hora de leer la actividad, cuando un grupo decidió que en esta oportunidad contestaran quienes no lo hicieron la semana pasada, algo a lo que se opuso rotundamente Francisco, quien junto a Pincoya tenían la intención de hacerles una broma a sus compañeros. “El papel dice que cualquiera puede contestar”, reclamó.