Travis Campbell está internado desde fines de julio en un hospital. Desde el recinto de salud, publicó un video en el que cuenta su relato y realiza unas peticiones a sus hijos. "Me siento como un pez fuera del agua (...) estoy pagando el precio", dijo.
Travis Campbell, un hombre que lucha contra el COVID-19 en un hospital en Virginia, Estados Unidos, dejó un mensaje para sus hijos en un video y admitió su arrepentimiento por no haberse vacunado contra la enfermedad.
El sujeto está hospitalizado desde finales de julio, y decidió hacer un llamado a que se vacunen, demostrando su arrepentimiento.
"Les digo a todos y a cada persona: si están indecisos, quiero que evalúen de manera muy precisa lo que significa su vida para ustedes. Y vayan y vacúnense, por favor, por favor", admitió.
Lee también: Joven dejó morir a su bebé para irse de fiesta por 6 días: Fue condenada a 9 años de cárcelEn entrevista con CNN, Campbell junto a su esposa Kellie, hablaron sobre cómo habían enfrentado esta situación y porqué decidieron no vacunarse en un principio. Ella junto a sus hijos también tuvieron la enfermedad, pero con síntomas más suaves, a diferencia de su marido.
"A comienzos de 2020, en el equipo de baloncesto de nuestra hija todos se enfermaron. Tenían los mismos síntomas del COVID-19", dijo Campbell. "Entonces, cuando apareció el COVID-19, todos asumieron automáticamente que ya lo habíamos tenido". Cuando los casos disminuyeron esta primavera, pensamos que habíamos superado las probabilidades", dijo.
También admitieron no haber sentido tanta preocupación al respecto dado que viven en una zona rural y no tienen contacto con mucha gente como para contagiarse. Sin embargo, ahora el hombre insta a otros a vacunarse.
Lee también: Lo detuvieron por vender a su hijo de dos años para comprar drogas: La mamá del niño lo denunció"No puedo respirar. Me estoy ahogando. Me siento como un pez fuera del agua. Fue mi culpa. Debería haberme tomado a mis hijos y a mi esposa y haberme vacunado de todos modos. Pero estoy pagando el precio", reflexionó.
También manifestó su preocupación por si no pudiese asistir a la boda de su hija de 19 años. El martes por la noche "tuve que hacer una llamada por teléfono a mi hijo de 14 años (...) y tuve que pedirle permiso para que si no volvía a casa, él acompañara a mi hija al altar".