El Sernac elaboró un estudio sobre las cremas y productos cosméticos que están en el mercado y donde aseguran eliminar arrugas y líneas de expresión. Para llevar a cabo esto, la entidad le solicitó a las empresas productoras sus estudios declaratorios y posteriormente los analizó.
El
Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) elaboró un estudio sobre las
cremas y productos cosméticos que están en el mercado y que aseguran eliminar arrugas y líneas de expresión.
La entidad consideró en la evaluación varios aspectos, donde uno de los más importantes fueron las "promesas publicitarias" y se intentó
confirmar si aquellas promesas tenían algún respaldo técnico que las avalara.
Para llevar a cabo esto, el Sernac le solicitó a las empresas productoras sus estudios declaratorios y posteriormente los analizó.
¿Cumplen las cremas cosméticas con lo prometido?
Sernac encontró que algunos productos que ofrecían hidratación y ayudaban a mitigar señales prematuras de envejecimiento, solamente cumplían la función hidratante.
"Al realizar estas declaraciones sobre la efectividad de un producto sin señalar las condiciones reales de uso,
se está induciendo a engaño a las personas consumidoras", manifestó el Sernac.
También se abordó otro caso, donde una crema afirmaba tener el antioxidante más efectivo
jamás visto, pero no se presentaron estudios relacionados a dicha aseveración.
El concepto "
'jamás visto' podría incumplir el Art. 28 de la Ley del Consumidor que regula la publicidad engañosa, así como también constituir absolutos publicitarios", indicó el Sernac.
Promesa publicitaria cumplida, pero baja efectividad
Otro caso fue una crema antiarrugas, cuya empresa sí presentó los respaldos técnicos. Sin embargo, el Sernac indicó: "Resulta llamativo que, pese a que su promesa publicitaria que 'combate efectivamente arrugas y líneas de expresión, dejando la piel visiblemente más firme',
los respaldos presentados solo avalan rangos de efectividad de entre el 3% y el 4% a la tercera y cuarta semana de uso".
Por último, el Sernac afirmó que estar en regla con la normativa sanitaria no necesariamente es sinónimo de estar cumpliendo con la Ley del Consumidor.