Este lunes, un avión militar se estrelló contra un edificio residencial en Yeisk, una ciudad rusa ubicada cerca de la frontera con Ucrania. Según informaron las autoridades, los pilotos habrían salido eyectados de la nave previo a la explosión, la cual se produjo por una falla en los tanques de almacenamiento de combustible. Por ahora se descarta que se tratara de un ataque bélico y no se registran víctimas fatales.