Debido al coronavirus, este año sólo llegaron unas mil personas, en contraste de los dos millones de fieles procedentes de todo el mundo que acudieron al lugar sagrado en 2019.
Los últimos peregrinos de los cientos de afortunados que este año pudieron realizar la peregrinación a La Meca o "hach" abandonan este domingo la ciudad santa musulmana y tendrán que someterse a una cuarentena en sus domicilios como precaución ante un posible contagio de la COVID-19.
Debido a la pandemia mundial, este año el número de peregrinos se vio notablemente reducido, de más de dos millones de fieles procedentes de todo el mundo en 2019 a aproximadamente un millar de personas y sólo residentes en Arabia Saudí (un 30% saudíes y un 70% de otras nacionalidades).
Lee también: Trump por responsable del atentado en Boston: "¡Pena de muerte! Mató e hirió gravemente a muchos. ¡Justicia!"Este domingo los peregrinos concluyeron los rituales que dieron comienzo el miércoles y que culminaron el viernes con la fiesta del Aíd al Adha o Sacrificio y el lanzamiento de pequeñas piedras contra unas columnas que simbolizan las tentaciones del diablo.
Desde el viernes, los fieles han repetido alguno de los rituales en los varios lugares sagrados de La Meca y alrededores, y se han despedido dando siete vueltas alrededor de la "Kaaba", un cubo en el que está custodiada una piedra negra que los musulmanes consideran un pedazo del paraíso.
Lee también: TikTok le responde Trump que no planea "ir a ningún sitio"La Kaaba está ubicada en el patio de la Gran Mezquita de La Meca, donde los peregrinos dieron comienzo al hach dando otras siete vueltas, y cuyas instalaciones han sido limpiadas y esterilizadas diez veces al día como medida preventiva ante el coronavirus.
Según las autoridades locales, más de 3.500 trabajadores han llevado a cabo las labores de limpieza y se han empleado 54.000 litros de desinfectante a diario, así como 95 máquinas e instrumentos de limpieza.
Los peregrinos serán sometidos a un chequeo médico antes de abandonar La Meca y luego tendrán que aislarse en sus hogares en Arabia Saudí para la cuarentena obligatoria.
Antes del ritual, también tuvieron que permanecer aislados en hoteles de La Meca y vigilados por las autoridades para evitar cualquier brote de coronavirus entre los participantes, cuyo número exacto aún no ha sido relevado oficialmente.