La compañía da un golpe y queda casi lista para poder sumar al videojuego shooter en su catálogo, además de títulos como World of Warcraft, Diablo, entre otros.
A pocas semanas de haber comenzado el 2022 ya tenemos el primer bombazo en el mundo del gaming: Microsoft anunció la compra de Activision Blizzard por 68.700 millones de dólares.
Esta adquisición se suma a la realizada por la empresa de los PC en septiembre del año pasado, cuando compró Bethesda por 7.500 millones de dólares.
Ahora la compañía tecnológica, fundada por Bill Gates y Paul Allen, tendrá en su poder franquicias como Call Of Duty, World of Warcraft y Candy Crush.
Otros de los títulos que pertenecerán a la compañía serán Crash Bandicoot, Spyro, Starcraft, Diablo y Overwatch, entre otros.
La histórica transacción se cerraría en junio de 2023, a la espera de la aprobación de los organismos pertinentes, por lo que los fanáticos de estas franquicias aún deberán esperar por contar con estos títulos en la Game Pass de Xbox.
De acuerdo a la compañía, "esta adquisición acelerará el crecimiento del negocio de juegos de Microsoft en móviles, PC, consolas y en la nube, y proporcionará bloques de construcción para el metaverso".
Hoy es un momento histórico. Nos emociona anunciar que las franquicias de renombre mundial y las talentosas personas de @ATVI_AB... ¡Se unirán al Equipo Xbox!
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— Xbox España (@Xbox_Spain) January 18, 2022
Esta transacción transformaría a Microsoft en la tercera fuerza más grande de la industria de los videojuegos, solo detrás de Sony y Tencent, pero con un gran poder en su catálogo de videojuegos de Cloud Gaming, además de un posible acceso a títulos exclusivos para Xbox y PC, dejando fuera a las otras consolas.
"Tras el cierre, Microsoft contará con 30 estudios internos de desarrollo de juegos, junto con capacidades adicionales de publicación y producción de esports", afirman desde Microsoft.