Desde el gobierno de Bolivia indicaron que por determinación del Ministerio Público, el involucrado fue "aprehendido por los delitos de usurpación de funciones y conducta antieconómica".
Max Mendoza es el nombre de un dirigente estudiantil boliviano que fue detenido recientemente por las autoridades por llevar 33 años en la universidad y cobrar un sueldo millonario al gremio.
"El exdirigente universitario Max Mendoza, por determinación del Ministerio Público, fue aprehendido por los delitos de usurpación de funciones y conducta antieconómica", dijo en sus redes sociales el ministro de gobierno de Bolivia (Interior) Carlos Eduardo del Castillo.
Informamos al pueblo boliviano, que el ex dirigente universitario, Max Mendoza, por determinación del Ministerio Público, fue aprehendido en #Cochabamba por los delitos de usurpación de funciones y conducta antieconómica. pic.twitter.com/AgNMCp26uR— Carlos Eduardo Del Castillo Del Carpio (@EDelCastilloDC) May 21, 2022
Según consignó Infobae, el presidente de la Confederación Universitaria Boliviana, de 52 años, se habría beneficiado de manera irregular de un salario mensual de 21.870 bolivianos (unos 3.150 dólares, equivalente a 2,6 millones de pesos), según informó el fiscal de La Paz, William Alave.
Dicho salario sería similar al de un rector universitario o incluso al del presidente de Bolivia, quienes ganan alrededor de 3.500 dólares al mes, es decir, casi 3 millones de pesos.
Conforme a lo indicado por el medio, el estudiante ingresó a la universidad en 1990, reprobando un total de 200 materias hasta la fecha. Asimismo, el reciente 19 de mayo, rechazó las acusaciones, las cuales calificó de "calumnias". "No hemos recibido ni un centavo que no sea de manera correcta y legal", manifestó.
Es relevante consignar que el caso salió a la luz luego de la muerte de cuatro jóvenes estudiantes en medio de una estampida humana durante una asamblea estudiantil en la ciudad de Potosí.
Mendoza fue indicado como uno de los promotores de la asamblea que buscaba favorecer a los dirigentes. Incluso, una granada de gas explotó en la masa de personas, la que supuestamente habría estado activada por los mismos líderes que evitaban convocar a comicios.
En ese contexto, fue que el pasado 20 de mayo, casi un centenar de alumnos y alumnas ocuparon de forma pacífica las oficinas de la entidad presidida por Mendoza para solicitar su dimisión.