Se trata de las declaraciones a la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA por sus siglas en alemán) que realizó Helge Busching, quien habría conocido durante aquella época a Christian Brueckner y reveló que este último le confesó que la "la niña no gritó".
Han pasado 16 años desde que la pequeña
Madeleine McCann desapareció en plenas vacaciones familiares al interior del complejo turístico Praia da Luz, en Portugal. Sin embargo, durante los últimos días
se conocieron detalles que podrían culpar a Christian Brückner, principal sospechoso del caso.
Se trata de las declaraciones a la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA por sus siglas en alemán) que realizó un testigo clave,
Helge Busching, quien habría conocido durante aquella época a Brueckner y reveló que este último le confesó que "la niña no gritó".
La primera impresión que Busching tuvo sobre
Brückner cuando se conocieron en 2007, fue que
era "un buen chico, afable, sociable", dijo en conversación con Bild.
Pero las cosas cambiaron drásticamente. Después que pasaron algunos días desde que se conocieron,
el sospechoso cayó en la cárcel, lo que motivó al testigo clave, junto a un amigo, a entrar hasta su residencia para robar algunas de sus pertenencias.
"La puerta principal estaba abierta, así que entramos. Registramos el apartamento, tomamos una cámara de video, un montón de películas y un arma. Luego fuimos a mi casa, donde tenía un televisor grande, donde vi los primeros videos", comentó.
Los que parecían simples videos de turista, terminaron siendo violentos crímenes que quedaron registrados en forma audiovisual. "
Al principio pensé 'esto es un largometraje'. Se pudo ver como alguien azotó a la mujer", dijo por la grabación de una anciana que encontró.
En la misma línea, continuó detallando que "estaba atada, tirada en la cama, debía tener 70 u 80 años. Llevaba gafas de buceo pintadas y no podía ver. Ella habló en inglés y gritó 'maldito bastardo'. Al final del video, el hombre se sentó en la cama y se bajó la máscara. Entonces vi que era Brückner".
Asimismo, explicó que "e
n otro casete estaba el video con la anciana desde otra posición, y otra película con una niña menor, de 13, 14 años. La ataron desnuda a una viga. Brückner se sentó detrás en el sofá y se burló de ella. Ella dijo 'esto bordea la violación', y él sólo contestó 'cállate'".
Luego,
explicó que su amigo "tiró el arma a un depósito", mientras que él vendió la cámara. Cuando salió de Portugal, habría dejado todos los videos en la caravana donde se estaba quedando, por lo que "no está claro dónde terminaron".
Una confesión clave
Pasó un año para que Helge Busching y Christian
Brückner se volvieran a encontrar. Ambos asistieron al Festival del Dragón en Órgiva, en 2008.
"Estaba sentado en mi Mercedes, lo vi en el espejo retrovisor. Se unió a nosotros y hablamos. Eso fue difícil para mí, sabía lo que hizo, que el tipo es un peligro de incendio", señaló el testigo.
En la misma línea, contó que "me preguntó: ¿ya no vas a Portugal y haces negocios allí? No, dije, desde que la niña desapareció allí, me han pasado demasiados controles policiales y no necesito eso para nada".
Además, reveló más detalles de la conversación que mantuvieron.
"No entiendo cómo la pequeña pudo haber desaparecido sin dejar rastro", contó que le dijo. Pero, la respuesta del principal sospechoso por la desaparición de Maddie lo dejó mal. "
Ella no gritó", le contestó.
"Inmediatamente comprobé lo que dije. Pensé que 'el lo sabe, tiene algo que ver con eso'. Conocía sus antecedentes por los videos", continuó narrando.
Luego de aquella situación,
Busching explicó que se puso "en contacto con Scotland Yard (la Policía Metropolitana de Londres) en 2008", para revelar que conocía a una persona que podía tener cercanía con la desaparición de la niña. Pero, nunca le devolvieron el llamado.