Víctor Mica, de 30 años, contó que tomó unas cervezas en una celebración tradicional en Bolivia y despertó al interior de un ataúd en una infraestructura a medio construir. “Me han querido meter de sullu”, declaró.
Parece el guión de una película de terror, pero ocurrió en la vida real, específicamente en Bolivia. Un hombre dijo que fue a fiesta tradicional y tras emborracharse terminó enterrado vivo, supuestamente como sacrificio para la Pachamama.
Así lo contó Víctor Hugo Mica Álvarez, el denunciante, al medio boliviano PáginaSiete, donde sostuvo que "anoche (domingo 7 de agosto) era la pre entrada (de Villa Victoria), hemos ido a bailar, yo soy guía, y ya no me acuerdo".
Así parte el relato del individuo de 30 años, quien agregó que "lo único que recuerdo es que pensé que estaba en mi cama y me he levantado para ir a orinar, y ya no he podido moverme más, y cuando he empujado el ataúd apenas he roto el vidrio y por el vidrio ha empezado a entrar tierra y así he logrado salir".
"Me han enterrado", concluyó quien se desempeña como bailarín en ceremonias locales. También agregó que la noche comenzó a ser borrosa en su memoria desde que se encontró con un amigo quien le ofreció unas cervezas.
Tras tomar un par de copa, perdió el conocimiento.
Al despertar se dio cuenta que estaba bajo tierra en una infraestructura a medio construir: “Me han querido meter de sullu”, es decir, como ofrenda a la Pachamama.
Una vez escapó, logró pedir ayuda a una persona que lo vio deambulando por la Ceja de El Alto para que lo llevaran a una estación policial, donde- sostuvo- no le brindaron el apoyo solicitado. Desde la policía indicaron que aun estaba bajo los efectos del alcohol.
Es por lo anterior que decidió denunciar el hecho.