El presidente Nayib Bukele realizó la advertencia ante el aumento de homicidios por parte de grupos organizados, decretando la semana pasada el Estado de Excepción. "No me importa lo que digan los organismos internacionales", dijo.
"Voy a aprovechar la oportunidad para enviarle un mensaje a los criminales (...) ustedes desatan una ola de criminalidad y nosotros quitamos la comida en las cárceles, así que mejor estense tranquilos y déjense arrestar", dijo el mandatario en un evento social.
El jefe de Estado local aseguró que varias bandas están buscando "vengar (a costa) de la gente honrada al azar. Hagan eso y no habrá un tiempo de comida en las cárceles. A ver cuánto tiempo duran sus homeboys (pandilleros) allá a dentro", advirtió.
"Les juro por Dios que no comen un arroz", insistió Bukele, quien también añadió que "no me importa lo que digan los organismos internacionales. Vengan a llevarse a esos pandilleros si tanto los quieren, los entregamos todos".
Insistiendo en su crítica a diversas entidades, apuntó a que éstas son "socios de los pandilleros y de los periodistas", justo cuando vuelve a ser criticado por Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El domingo pasado, El Salvador cumplió una semana en Estado de Excepción, medida que se tomó tras una escalada de asesinatos que se cobró la vida de más de 80 personas en solamente tres días.
A raíz de esto, Bukele anunció la denominada "guerra contra las pandillas", dotando a las policías y militares y capturando casi 6 mil supuestos integrantes de bandas organizadas. Anteriormente, el propio mandatario pidió remover a los jueces tras la ola de violencia desatada.