En medio de los frecuentes bombardeos en Ucrania, muchas han decidido esconderse al interior de bunkers o subterráneos. Ciudadanos chilenos han tomado la determinación de esperar en este tipo de lugares hasta que pase el peligro. Rodrigo Provoste, compatriota residente en aquel país aseguró que "la gente ya está toda guardada y los niños están dentro de los búnker". A medida que el conflicto se intensifica, son más las personas que buscan refugio en este tipo de estructuras, que consisten en estrechos espacios en donde lo único importante es salvar sus vidas. Algunas de las características que deben tener es que se encuentren idealmente, cuatro o cinco pisos bajo tierra. Marcelo Araya, chileno que aún está en la capital ucraniana, afirmó que "en nuestro edificio tenemos un refugio, un subterráneo. Lo limpiamos, lo habilitamos y ahí pasamos la noche", destacando que "lo bueno es que no hemos perdido los servicios básicos".