Mientras daba un paseo por la playa, el sujeto se encontró con un paquete en forma de ladrillo envuelto en papel de aluminio. Si bien se determinó que el órgano no es humano, los médicos forenses no están seguros de qué animal proviene.
James Senda estaba buscando vidrio marino en el sector de Samuel Myers Park, en Racine, cuando se encontró con un paquete en forma de ladrillo envuelto en papel de aluminio con una goma rosa.
Sospechando que el paquete contenía dinero o drogas y, abrumado por la curiosidad, Senda desenvolvió el paquete. En ese momento, descubrió un cerebro, junto con flores rosas y dinero extranjero.
La policía dijo el jueves que el cerebro no pertenecía a un humano, pero los médicos forenses no están seguros de qué animal proviene, informó WDJT, cadena afiliada de CNN.
Algunos miembros de la comunidad sospechan que el cerebro puede haber sido parte de un ritual de despedida de los muertos, que incluye elementos, como dinero y flores, que pueden usar en la otra vida, pero nadie "puede explicar el cerebro", dijo Senda.
El cerebro era más grande que el tamaño de su mano extendida y no estaba descompuesto, dijo.
"Me alegro de haber sido yo quien lo encontró", agregó Senda. "Imagina que una abuela o una madre, o un niño que estaba jugando cerca, fue quien lo vio y lo desenvolvió. Tengo 47 años y estoy asustado por eso".
A construction worker taking a stroll along a beach in Wisconsin was left scratching his head when he stumbled upon what appears to be a brain wrapped in tinfoil...https://t.co/qTnM51lcdM pic.twitter.com/DTvwG2XZR2— Dennis Chighisola (@CoachChic) September 17, 2020