Un grupo de jóvenes colombianos confeccionó paletas de jabón bañadas en la crema de cacao y se les entregó a ancianos en la calle, con el fin de grabarlos y captar sus reacciones. Esto generó amplio rechazo en redes sociales e incluso terminó en manos de la justicia.
Repudio se vive por estos días en la ciudad de Cartagena, Colombia. El responsable es un sujeto, en cuya cuenta en Instagram se hacía llamar Jay Tomy, pero que ya fue cerrada.
Aquel hombre fue acusado de realizar una broma de muy mal gusto tras grabarse comprando jabones en barra, palos de helado y chocolate, para luego confeccionar una paletas y bañarlas en la crema de cacao, con la intención de engañar a varios adultos mayores.
En lo que parecía un gesto amable, el influencer recorrió las calles y plazas para repartir estos productos, principalmente a ancianos y gente de avanzada edad, a quienes invitó a consumirlos como un regalo.
Tras lograr su objetivo y además de grabarlos para burlarse de ellos, el registro comenzó a llenarse de comentarios negativos, causando indignación. Las críticas no pararon y se hizo viral a tal punto que la cuenta de Milton Domínguez Anaya, el verdadero nombre del responsable del registro, fue sacada de circulación.
La situación fue más allá y la Fiscalía de Colombia inició una investigación en contra de los responsables de tales hechos vejatorios.
Con relación a hechos denunciados en redes sociales sobre influenciadores que habrían engañado a ancianos en Cartagena con paletas de jabón, #Fiscalía abrió investigación, a través de la Unidad de Reacción Inmediata, y adelanta actos urgentes para identificar a los implicados.— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) November 24, 2020
Uno de los “influencers” que participó en el cuestionado video decidió acercarse a la justicia y se presentó este jueves ante las autoridades, según reportó el diario cartaginés El Tiempo.
El joven fue identificado como Dilan y era buscado junto a otros protagonistas del material. También se informó que la Fiscalía y la Policía de Cartagena vincularán a los responsables con posibles “delitos que afectan la seguridad y salud pública, al suministrar alimentos con elementos tóxicos”.
Por su parte, otro de los implicados abrió una nueva cuenta con el propósito de disculparse, en una carta que fue firmada por su abogado y que explicó que su intención se enmarcó dentro de una acción con una “intencionalidad humorística”.
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