La canciller chilena, Antonia Urrejola, afirmó que entre los desafíos más urgentes en los que tienen que trabajar los países del sur se encuentran "la prevención y combate al tráfico de drogas, la migración ilegal, la trata de personas, el lavado de activos y el crimen organizado".
"Para el Gobierno del presidente Gabriel Boric, la integración regional, en particular con América del Sur es un pilar (...) Una integración con todos los de similar peso, independiente de signos políticos", señaló durante su intervención en la sesión plenaria, celebrada de forma presencial en la ciudad Luque, Paraguay.
Urrejola agregó que la coordinación regional debe "poner en el centro las necesidades de los ciudadanos, especialmente, aquellos de las regiones fronterizas" y "aumentar el peso específico de la Latinoamérica en un mundo cada vez más cambiante, fragmentado y desafiante".
Entre los desafíos más urgentes, destacan "la prevención y combate al tráfico de drogas, la migración ilegal, la trata de personas, el lavado de activos y el crimen organizado", detalló.
Ejemplos de cooperación latinoamericana, señaló, son la iniciativa del corredor bioceánico, impulsada por Argentina, Brasil, Paraguay y Chile, y la firma del "Acuerdo sobre Reconocimiento Mutuo de Medidas de Protección para las Mujeres en situación de Violencia de Género".
La canciller enfatizó también su intención de "progresar en la convergencia entre la Alianza del Pacífico y Mercosur".
"No debemos perder de vista que estamos viviendo tiempos sin precedentes, en que se han supuesto crisis de distinta índole (...) Hoy más que nunca tenemos la responsabilidad y la obligación de enfrentar los desafíos de manera conjunta", concluyó.
Chile no es un Estado miembro de Mercosur, aunque es un país asociado desde 1996 y el actual mandatario, el progresista Gabriel Boric, incluyó en su programa de Gobierno solicitar el ingreso al foro de forma plena, algo que todavía no se ha concretado.
Mercosur retomó entre este miércoles y jueves las reuniones presenciales, después de más de dos años de virtualidad por la pandemia.