La afectada solía escuchar teorías conspirativas sobre el origen de la pandemia, pero, tras sufrir con severidad los efectos de la enfermedad, su opinión cambió drásticamente: “El virus es real”.
Tori Howell, una mujer de Gloucestershire, al oeste de Inglaterra, hace algunos días mantenía un discurso donde aseguraba que el COVID-19 era una conspiración. Sin embargo, todo eso cambió cuando, efectivamente, contrajo el virus que le afectó de gran manera ya que estaba embarazada.
"El virus es real", aseguró, tras presentar severas dificultades para respirar, momento en que reconoció la gravedad y le pidió a todos que "se queden en casa".
Posteriormente, Howell habló con un medio local, el Gloucestershire Live, donde dijo que "solía escuchar las teorías de conspiración", que hablaban de una supuesta falsedad del virus y esta pandemia, no obstante, tras manifestársele los primeros síntomas de la enfermedad con pérdida de olfato y gusto, su opinión se fue abajo.
Lee también: Matrimonio de ancianos contagiados con COVID-19 se reencontró en una cena organizada por enfermeras"Comenzó con un resfriado, dolor de cabeza y luego el malestar. Ahora estoy realmente sin aliento. Estoy tomando esteroides y antibióticos porque soy asmática", señaló la mujer de 28 años.
Cabe destacar que la joven está en su semana 22 de gestación e indicó que, a pesar de su estado, el bebé se siente bien. Ambos son vigilados en lo que se denomina una “sala virtual”, donde ella debe autogestionar su tratamiento con un dispositivo que monitorea sus pulmones y luego envía los resultados a su médico por Internet.
Finalmente, la antes escéptica mujer felicitó a la gente de atención primaria en su país: “El Servicio Nacional de Salud ha sido brillante, pero no le deseo esto a nadie", comentó.