La estudiante argentina se dio cuenta que no quería ser madre cuando iba en el colegio, al comprender que no tenía la intención de dedicarle su vida a otro. Más tarde, se cuestionó la llegada de más personas al mundo. "La maternidad no debería ser una imposición social", plantea.
Ailín Cubelo Naval, una joven argentina de 22 años, contó su testimonio tras someterse a principios de 2020 a la ligadura de trompas para no ser madre jamás.
"Como a algunas personas el deseo de ser madres les es natural, para mí era natural no serlo. Me ligué las trompas porque no quiero tener hijos, ni ahora ni nunca", relató a Infobae, en donde confesó que acudió a varios médicos antes de lograr hacerse el procedimiento.
La ligadura de trompas es un método anticonceptivo quirúrgico que impide el paso de los óvulos al útero y no es completamente permanente, ya que la persona podría tener hijos biológicos a través de una fertilización in vitro.
Lee también: Equipo de Biden exige que se le declare formalmente ganador de las eleccionesLa estudiante de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires se dio cuenta que no quería tener hijos cuando iba en el colegio, cuando comprendió que no tenía la intención de dedicarle su vida a otra persona. Ahora que es mayor, se cuestiona: "¿Traer una persona más a este mundo así como está, a formar parte de esta sociedad, con esta escasez de recursos?, ¿vivir con miedo de que le pase algo si es mujer y con miedo de que haga algo si es varón?, ¿tener un hijo para dejar un legado? ¿Qué legado?".
Por esas razones llegó en abril de 2019 a un ginecólogo para ligarse las trompas. Sin embargo, el profesional le negó el procedimiento. "Me dijo que volviera en seis, siete meses, que lo pensara mejor porque me veía muy chica. Que tener hijos está bueno, que él tenía dos. Y me pidió una especie de pericia psicológica, como una nota de mi psicóloga que afirmara que estoy en mis cabales. Eso es totalmente ilegal. Me fui llorando del consultorio", comenta.
Tras esa primera decepción, la joven investigó y averiguó que la ligadura de trompas es un derecho garantizado por ley desde 2006 en el país trasandino. Además, es una intervención gratuita, no es necesario haber tenido hijos ni tampoco que a la mujer la autorice la pareja.
Lee también: Tras 40 días de enfrentamientos: Azerbaiyán y Armenia llegan a acuerdo para terminar la guerra en Nagorno KarabajAún así, algunos profesionales de la salud se niegan a realizar el procedimiento e intentan convencer a las mujeres de que no lo hagan. "Me estoy encontrado con muchas personas que comentan en los grupos ‘si yo hubiera tenido esta información cuando era joven, no habría tenido hijos’", afirma.
"La maternidad no debería ser una imposición social. Creo que es hora de sacar el juzgamiento sobre las personas que no queremos reproducirnos. No somos bichos raros, somos un montón que, el día de mañana, no nos vamos a lamentar por no haber hecho con nuestras vidas lo que queríamos", cierra.