El presidente brasileño ganó las elecciones de 2018 como miembro del PSL, con el que rompió poco después de asumir el poder y desde entonces no pertenece a ninguna formación, un requisito insalvable para volver a presentarse como candidato.
"Después de un intenso intercambio de mensajes en la madrugada de este domingo, decidimos de común acuerdo suspender la ceremonia de afiliación" de Bolsonaro, que estaba prevista para el próximo 22 de noviembre, explicó el PL en una nota.
Bolsonaro, quien realiza una visita oficial a Emiratos Árabes Unidos, confirmó a periodistas brasileños que su "casamiento con el PL deberá atrasarse", pues aún debe "afinar muchas cosas" con ese partido, que se le ofreció como plataforma para las elecciones de 2022, en las que intentará su reelección.
Lee también: Sube a 68 la cifra de reos muertos tras un motín en cárcel de EcuadorEl líder de la ultraderecha ganó las elecciones de 2018 como miembro del Partido Social Liberal (PSL), con el que rompió poco después de asumir el poder y desde entonces no pertenece a ninguna formación, un requisito insalvable para volver a presentarse como candidato, según las leyes electorales brasileñas.
En los últimos tres años, Bolsonaro dedicó parte de sus esfuerzos políticos a la construcción de un partido propio, bautizado Alianza por Brasil y que definía como la "primera formación conservadora" del país, pero fracasó en su intento de obtener las 500.000 firmas necesarias para su registro en la justicia electoral.
Las próximas elecciones se celebrarán el 2 de octubre de 2022 y, según las leyes, los candidatos a cargos públicos deberán estar afiliados a un partido al menos seis meses antes de los comicios.
Lee también: El grupo armado más poderoso de Haití anuncia una tregua de una semanaEl PL está alineado en la derecha, pero distante de los ultras que forman la base política de Bolsonaro, quien hasta ahora no ha encontrado un partido a la medida de sus más radicales seguidores.
Hasta hoy, según coinciden todas las encuestas, Bolsonaro tendrá cuesta arriba las elecciones de 2022, para las cuales aparece como claro favorito el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, su mayor antagonista político y quien gobernó entre 2003 y 2011.