Hace un mes se conoció la historia de Kristoffer Tobías Öhrn Johansson, un niño mapuche secuestrado en 1977 que fue llevado a Suecia para ser adoptado. Tras 41 años no sólo se reencontró con sus orígenes, también se reunió con Nancy Torres, quien se suponía había estado involucrada en la adopción irregular.
Fue una reunión tensa. La asistente social Nancy Torres, quien se suponía había estado involucrada en la adopción de Kristoffer Tobías Öhrn Johansson, un niño mapuche secuestrado en 1977 y que luego fue llevado a Suecia, abrió las puertas de su casa para que hoy, ya adulto, aclarara las dudas que lo han perseguido desde que fue separado violentamente de sus padres.
El primero en hablar fue Rubén Viveros, hermano de Tobías, quien tras presenciar el secuestro en el campamento "Nueva Oriente" de Temuco, inició su búsqueda. Aseguró que, cuando tenía 14 años, llegó a esta misma casa junto a una hermana a preguntar por el pequeño Eduardo.
"Usted nos dijo amablemente 'yo no tengo por qué darles información'. Lo único que les voy a decir es que su hermanito está en Chile, está en Lautaro y está en muy buenas manos", comentó Viveros a la asistente social.
Nancy Torres deslizó esa posibilidad y señaló que “a lo mejor vinieron después, puede ser, pero yo no me acuerdo. Pero no que yo fui a sacarlo de los brazos de la mamá. Jamás”.
En 1977, año en que ocurrieron los hechos, la asistente social aludida se desempeñaba como docente de la carrera de Servicio Social de la Universidad de Chile. Luego ejercería en el hogar del Buen Pastor, pero niega haber trabajado en el tribunal de menores, a cargo de la magistrada Tatiana Román Beltramín, quien sí autorizó la salida del país de un sinnúmero de niños cuyos casos son investigados por la justicia.
"Que busque la verdad porque hay otra persona que fue y que está a lo mejor muy tranquilita, feliz porque están inculpando a una persona inocente. Para que él sepa que yo jamás hubiera hecho una cosa así. Jamás. Si hubiera estado trabajando en un juzgado de menores y hubiera visto, eso que apalearon a la gente, yo creo que me retiro del juzgado, no habría ido", aseguró.
La jubilada profesional agregó que es en "el tribunal de menores donde tienen que preguntar. Quiénes trabajaban en el tribunal de menores en esos años".
La familia de Tobías trató de despejar sus dudas acudiendo a distintas entidades que tienen esos antecedentes. Aunque el parlamento constituyó una comisión investigadora para que las instituciones faciliten la entrega de información, las barreras de innumerables familias en la búsqueda de la verdad detrás de miles de adopciones siguen siendo las mismas.
"Acudimos al conservador para que se nos diera información, porque tenemos el rol de la causa. Allí no se nos dio información. Se nos envió al tribunal de menores. Fuimos allá y allá también no se nos negó la información, sino que nos enviaron al Sename pero no hay información. No tenemos acceso a aquello", lamentó Rubén Viveros.
Antes de terminar el encuentro, Nancy posó su mano sobre la de Tobías, quien observa al traductor. "Ella dice que no fue al campamento por ti. Era otra persona", dice.
Con la misma incertidumbre que lo ha acompañado durante décadas, Tobías regresó a Suecia el pasado 18 de abril después de conocer a su familia y de recorrer durante 20 días su tierra, donde están sepultados sus padres. Antes de partir, aseguró que regresará a Chile en dos años, buscando respuestas.