"Hasta abril no tenía ganas de levantarme de la cama", confesó la modelo respecto del proceso personal que debió enfrentar. Un hecho que se remonta a diciembre de 2021, cuando el hombre de 36 años se tropezó y cayó desde el balcón de su departamento.
Han pasado 10 meses desde la sorpresiva muerte de quien fue su pareja, desatando una serie de secuelas que fueron abordadas recientemente por Ruth Gamarra. "Hasta abril no tenía ganas de levantarme de la cama", confesó la ex participante de Mekano respecto de este accidente que marcó su vida.
Todo ocurrió en diciembre de 2021, cuando Jairo Sepúlveda acudió al departamento de la modelo en Lo Barnechea. Según los antecedentes del caso, la víctima se tropezó y cayó desde el balcón ubicado en el piso 12, perdiendo la vida producto del fuerte impacto.
"Fue un trauma horrible. El accidente pasó en mi casa, es difícil sacar eso de la cabeza", señaló Gamarra a LUN, asegurando que debido a esta situación "me costó muchísimo retomar mi trabajo y mi vida, porque realmente no tenía fuerzas".
"Una nunca espera que alguien se caiga, que pase un accidente así, tan fuerte. La verdad es que yo quedé en shock. Él era un chico tan joven, tan bueno. La forma en que él murió fue muy sorpresiva. Él se tropezó y cayó. La vida es tan frágil. Se fue en dos segundos", agregó.
Desde entonces, Ruth inició un difícil proceso de recuperación que la ha mantenido enfocada en el pilar de su vida: La familia.
"Lo que me salvó fue el apoyo de mi hija (Kiara), de mis dos nietos, de toda mi familia, de mis amigos y sobre todo retomar lo que a mí más me gusta, que es mi trabajo", reconoció la comunicadora, revelando además un episodio en que Kiara fue primordial para enfrentar su primera crisis de pánico.
Según dijo, su hija vive a dos cuadras de su casa, lo que les ha permitido mantener esta constante cercanía. En cuanto al ataque de pánico, detalló que "estaba en el departamento y sentí que moría, no podía respirar. Le avisé como pude y en cinco minutos ella compró clonazepam en la farmacia, que es lo que me había recetado el siquiatra en estos casos, y llegó a mi casa".
"Sin ellos no quiero pensar cómo hubiese sido todo esto", confesó.
Pero eso no fue todo. Parte de lo que debió enfrentar consistía en "soltar los dolores", tal como le aconsejó el siquiatra: "Por ejemplo, que si tenía ganas de llorar, llorara. Si uno se guarda la pena es para peor, yo traté de soltar todo lo que pude y después traté de mantener mi cabeza en el trabajo. Por mí y por mi familia".
Al cierre de sus palabras, la modelo reflexionó en torno a este hecho y sostuvo que "hay que dar gracias a Dios cada día por despertarse, por tener familia. Hay que valorar más el amor de la gente que uno quiere. Pese a todo, hoy me siento bien. Hay que seguir".
11/10/2022
08:22
